José García Mora, Diputado del Congreso del Estado de Jalisco, puso el dedo en la llaga. El Legislador solicitó que dentro del Instituto de Pensiones y Jubilaciones –IPEJAL- se instituya un “Comité de Riesgo” y se transparenten los estados financieros del IPEJAL. Lo dicho por García Mora resulta de la mayor pertinencia, debido a que como ayer lo publicó Mural, el IPEJAL mantiene 10 mil 400 millones de pesos en cuentas en Suiza, Estados Unidos y México. Además, se han “invertido 2 mil 280 millones de pesos en proyectos en proyectos fallidos con la empresa española Abengoa, la Villa Panamericana y Chalacatepec” (Mural: 13/08/2017). Todo esto ocurre por la falta de controles en el IPEJAL, dónde definitivamente no hay buenas cuentas.

El Diputado local hace acento en un tema muy grave, que por alguna circunstancia ha pasado inadvertido, tanto por los medios de comunicación, como por el Congreso de Jalisco. Ya que desde el sexenio de la corrupción de Emilio Gonzalez, el IPEJAL se ha convertido en una caja negra cada vez más peligrosa, que maneja miles de millones de pesos de forma discrecional. Lo más grave de todo es que se trata del dinero aportado por los trabajadores al servicio del estado de Jalisco, para su pensión o jubilación. Aportaciones que hasta la fecha, son “invertidas” con una frivolidad que debería despertar la atención de los legisladores locales.

Recordemos que el gobierno que encabezó Emilio González Márquez –hoy completamente impune- hizo de IPEJAL la caja chica para los más fraudulentos proyectos. Las inversiones de riesgo, hasta ahora no recuperadas, hipotecaron un derecho laboral y le ordeñaron mil 497 millones de pesos del dinero que los trabajadores aportaron para su pensión y jubilación. Un desfalco que sigue impune, y que al parecer continúa con las “inversiones” absurdas en Abengoa, que abren otro hueco en las abolladas finanzas del IPEJAL. Sólo en Chalacatepc se destinaron 89 millones de dólares para una fraudulenta compra a sobre precio de terrenos que en realidad se pagaron con el dinero que IPEJAL aportó para la operación, y que la empresa Rasaland compró a un valor ocho veces menor al que reportó a pensiones, para hacerlo socio de esta multimillonaria estafa, que este gobierno se esfuerza en justificar. El negocio de compra de terrenos en Chalacatepec se hizo con el dinero de los trabajadores, y la ganancia de la maroma en la compra a sobre precio se quedó entre los promotores del “nuevo Cancún”. Incluso, en su momento el IPEJAL y el Gobierno del Jalisco fueron incapaces de transparentar los términos de la fraudulenta aportación al desarrollo turístico, razón por la cual el ITEI, entonces, presentó dos denuncias ante la procuraduría -por negar información pública y falsear datos-. Dos denuncias que, como otras tantas, nos son investigadas…

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