De acuerdo a un comunicado de la Bolsa Mexicana de Valores, publicado el 21 de octubre de 2014, el desarrollador ‘Fibra Hotel’  invirtió 246 millones de pesos para la construcción de un hotel dentro la ‘Torre Américas 1500’, que contempla 11 mil metros cuadrados de construcción. Al respecto, es importante destacar que la totalidad del proyecto inmobiliario ‘Torre Américas 1500’ comprende un total de 59 mil metros cuadrados [incluyendo los 11 mil metros cuadrados del Hotel].

Del contraste de los datos anteriores, podemos inferir que el costo de producción aproximado de la Torre Américas 1500 rondó los mil 318 millones de pesos, no obstante, la sanción económica que determinó el Ayuntamiento de Guadalajara con base al recién aprobado ‘Reglamento de Compensación, Indemnización o Mitigación por Acciones Urbanísticas’ es de apenas 10.1 millones de pesos.

Es decir, la pírrica sanción apenas comprendería el 0.7 por ciento del costo total de producción de la ‘Torre Américas 1500’ que excedió su construcción en 17 mil 050 metros cuadrados fuera de toda norma, es decir, un 28.8 por ciento más de lo permitido. Es a todas luces evidente que la “pasadita de mano” en que incurrió el constructor es un exceso totalmente deliberado.

Aunque en el fondo el ‘Reglamento de Compensación, Indemnización o Mitigación por Acciones Urbanísticas’ acusa un buen propósito -castigar una trasgresión a la norma-, las sanciones que establece este reglamento se determinan en función de valores catastrales y no comerciales [sanciones de 500 pesos por metro cuadrado excedente que llegan a costar, cuando menos, 15 mil pesos por metro].

Así pues, las multas que se imponen en este reglamento resultan ineficaces para inhibir conductas e ilícitos en que incurren recurrentemente desarrolladores que deliberadamente construyen al margen de las reglas vigentes.

DEBE DECIRSE QUE LAS SANCIONES –MULTAS- DEBEN PERSEGUIR LA FINALIDAD DE INHIBIR UNA CONDUCTA Y EVITAR FUTURAS INCIDENCIAS.

MURAL publicó, el pasado 30 de diciembre de 2015, que el desarrollador inmobiliario Felipe Tomé sería combatido en tribunales por los Ayuntamientos de Zapopan y Guadalajara, puesto que diversas torres construidas por él en ambos municipios, como Cima Park o Parque San Javier, no cuentan con –OJO–: licencias de construcción; permiso de urbanización; incumplen planes parciales de desarrollo al rebasar la densidad habitacional o el número de niveles permitidos; dictamen del Siapa; presentar Registro Público de la Propiedad; así como estudios de mecánica de suelos y de impacto ambiental. Alfaro calificó como un “abuso y cinismo” cómo se maneja este empresario que públicamente declaró ante MURAL “de permisos no te sé conocer (…) pero lo que sé es que el TAE es una herramienta que aprendimos a usar” (Mural; 17/Sep/2015).

A confesión de parte, relevo de prueba. No obstante, ni magistrados del TAE son llamados a cuentas por el Congreso de Jalisco, ni este tipo de empresarios son tocados por la Justicia.

Construir al margen de la Ley