La Comunidad Económica Europea –antecedente inmediato de la Unión Europea (UE) –, surgió en 1957 ante la suscripción de seis países iniciadores: Bélgica, Alemania, Francia, Italia, Luxemburgo y Holanda. A la postre se sumaron 22 países más [Gran Bretaña (GB) se sumó en 1973].
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El proceso de integración de Estados–Nación en el Viejo Continente tuvo dos razones fundamentales: paz y recuperación/crecimiento económico. No era para menos, Europa fue el epicentro de la Primera y Segunda Guerra Mundial, la cuales trajeron consigo un impacto económico global sin precedentes. En 1993, se consolidó la integración europea –tal y como la conocemos actualmente– sobre ‘Cuatro Libertades Fundamentales’: libre circulación de personas, capitales, mercancías y servicios. Lo anterior, venía a innovar y reafirmar convicciones sociales para un mundo prácticamente capitalista e inhumano: la libre movilidad laboral de personas, y no sólo de mercancías, servicios y capitales.
Al respecto, cabe señalar que en las ríspidas negociaciones que mantuvieron George Bush [padre] y Salinas de Gortari para la consolidación del TLCAN, el mandatario mexicano planteó la libre movilidad de personas hacia el país vecino y reforma migratoria para indocumentados –ante los hechos observables en Europa–, no obstante, George Bush reviró que ello sólo sería posible a cambio de una concesión total sobre los petróleos mexicanos.
EL ACUERDO MIGRATORIO TENDRÍA QUE ESPERAR MEJORES TIEMPOS, ACOTÓ SALINAS.
Con el #Brexit, ese es el tema de fondo que entró en juego para sus principales promotores: el rechazo a la libre movilidad laboral de personas, la masiva migración a países con mejores condiciones de vida [como Inglaterra, respecto de Polonia p. ej.], el descontrol de las fronteras.
No obstante, el punto de quiebre vino con la adhesión a la Unión Europea de países como Polonia, Estonia, Letonia, etc. de 2004 a 2013, mismos que iniciaron una migraron importante a países con mejores estadios de vida así como la estrepitosa crisis de Grecia –y los cuantiosos rescates financieros por parte de las principales potencias–, sin contar el hecho de que varios países parecen acompañarle en condiciones económicas adversas: Portugal, España e Italia.
Además, jugó el tema de lo costoso que sale para GB pertenecer al club de la UE: 16 mil 300 millones de dólares. Los argumentos de los connacionales ingleses que votaron a favor del #Brexit, señalan que se han saturado los servicios públicos –la seguridad social, p. ej.–, se han reducido los salarios y el empleo.
El origen del #Brexit tiene que ver con una promesa del Primer Ministro, David Cameron, de hacer dicho referéndum si ganaba las elecciones de 2015.
Lo anterior, fue también una respuesta a crecientes presiones dentro de su partido el Conservador [el 50 por ciento lo demandaban], algunos laboralistas y el resurgido partido nacionalista de derecha UKIP.