Foto; Vallarta Independiente

Una cosa es invertir dinero del presupuesto del gobierno en un proyecto fallido; otra, terrible, significa utilizar del dinero que los trabajadores aportan para su pensión y jubilación, en proyectos no sólo malogrados, sino evidentemente fraudulentos. Los fondos que administra el Instituto de Pensiones del Estado de Jalisco (IPEJAL) son “activos provenientes del ahorro acumulado de un grupo de personas, que se crea con el objetivo exclusivo de dar cumplimiento a un plan de pensiones.

Tienen como finalidad pagar prestaciones o rentas vitalicias a los individuos que participan en el fondo, una vez tienen la edad de jubilación”. Los múltiples fraudes cometidos en IPEJAL, que han comprometido al menos 2 mil 400 millones de pesos (según la información publicada por Milenio Jalisco bajo el título “Ipejal tiene 2,400 mdp invertidos en fideicomisos” http://www.milenio.com/estados/ipejal-2-400-mdp-invertidos-fideicomisos) se mantienen en un velo de impunidad increíble, especialmente por tratarse de recursos de los trabajadores, que se han utilizado con alevosía y ventaja por quienes presumen ser ‘asesores financieros’ (como Juan Jaime Petersen), que prestan sus servicios para avalar este tipo de ‘inversiones’. Con las aportaciones de los trabajadores, en 2014 se dispusieron 603 millones de pesos, con los cuales se adquirieron certificados bursátiles en una empresa que lleva tres años en proceso de quiebra financiera, y que acumula una larga lista de incumplimientos y dificultades económicas.

El pasado 21 de septiembre, esta empresa (Abengoa) dio a conocer que en virtud de su situación financiera, que “la sociedad no podrá hacer frente a la obligación en el convenio concursal consistente en el pago a ser efectuado el día 25 de septiembre de 2018”. Los genios financieros del Ipejal permitieron que estas ‘inversiones’ se hicieran mediante certificados bursátiles, sin ninguna garantía. El pasado 11 de octubre, el gobernador electo de Jalisco, Enrique Alfaro, escribió que “IPEJAL le prestó 603 millones de pesos a Abengoa a cambio de una tasa de interés y hoy este dinero está a unos pasos de perderse para siempre. Tengan por seguro que deberán responder quienes sean los responsables de este desfalco. Esta es una señal de que tendremos que llegar a revisar con lupa lo que se ha estado haciendo con el dinero destinado a garantizar que los trabajadores se retiren dignamente”. Agregó que le “preocupa que Jalisco pueda perder 603 millones de pesos (o quién sabe cuántos más) debido a inversiones altamente riesgosas, como es el caso de esta inversión hecha en una empresa que desde el año 2014 muestra señales de estrés financiero. Quienes han manejado al IPEJAL tienen mucho que explicarle a los jaliscienses respecto al uso que le han dado al dinero de los trabajadores”, afirmó Alfaro Ramírez.

De forma que resulta oportuno recordar que el primer responsable e ideólogo de este modelo discrecional de operación del IPEJAL, fue Emilio González Márquez, que a su vez colocó como primer responsable a Oscar García Manzano. El 8 de septiembre de 2010, el entonces secretario General de Gobierno, Fernando Guzmán Pérez Peláez, tomó protesta a Eduardo Mar de la Paz, como Presidente del Consejo Directivo del IPEJAL. Durante el gobierno de Aristóteles Sandoval, el Presidente del Consejo Directivo del IPEJAL es Francisco de Jesús Ayón López, y funge como director Fidel Armando Ramírez Casillas. Todos ellos tienen, efectivamente, mucho que explicar respecto del fraude en la compra de terrenos en Chalacatepec (89 millones de ¡dólares!), de la ilegal inversión en las Villas Panamericanas (340 millones) y de los 10 mil 400 millones de pesos distribuidos en cuentas que se localizan en Suiza, Estados Unidos y México. Además, de las compras a sobre precio para Abastecedora de Insumos para la Salud S. A. de C. V. ABISALUD (29 millones, 340 mil, 746 pesos), más los 89 millones 806 mil 773 pesos de “pagos indebidos” por “121 claves médicas que rebasan el tope especificado en el contrato”. De las farmacias que expiden recetas a ‘fantasmas’, y que justifican medicamento que nunca ingresó. Todo, una herencia negra con la que Alfaro tendrá que afrontar su compromiso en el combate a la corrupción. gabtorre@hotmail.com http://www.milenio.com/opinion/gabriel-torres-espinoza/columna-gabriel-torres-espinoza/ipejal-la-piedra-en-el-zapato-para-alfaro