La era digital se caracteriza por dos de sus características esenciales: el acceso a Internet y las múltiples pantallas. Tanto mayor es el alcance y penetración social de ambos elementos, más enriquecedora resulta la experiencia de vivir en la era digital. De acuerdo a Internet World Stats, el 49.6 por ciento de la población mundial tuvo acceso a Internet en 2016. Por otro lado, Ericsson señala que actualmente existe un total de 7 mil 300 millones de dispositivos móviles en todo el Mundo, es decir, prácticamente existe uno por habitante en todo el Orbe. Asimismo, de acuerdo OBITEL (2017), el género televisivo que más se oferta en la programación del continente americano son los informativos: casi una cuarta parte de los contenidos audiovisuales radiodifundidos en el continente tienen que ver con los informativos, es decir, el 23.9 por ciento. Ante estos datos, reflexionar sobre los informativos en la era digital, resulta un acontecimiento de la mayor relevancia.

Este particular ecosistema mediático, aunado a la distintiva inmediatez de la información en la era digital, auspicia que sean las redes sociales cada vez más, y con mayor definición, la fuente de información de una muy buena parte de las sociedades digitales. Resulta por demás evidente que los profesionales del periodismo, no son ya los únicos que crean y dan a conocer lo que es o debe ser noticia. Asimismo, la omnipresencia de los dispositivos móviles en la sociedad, superan con mucho la capacidad presencial de reporteros, corresponsales y periodistas de cualquier medio de comunicación.

Este complejo escenario ha propiciado que numerosos periodistas o noticieros transmitan en vivo y/o directo a través de Periscope, YouTube o Facebook, e interactúen en tiempo real con sus audiencias, superando así la supuesta “interactividad” que presumió la Televisión Digital Terrestre que, conviene señalarlo, se redujo a la posibilidad de visualizar una escueta descripción de los programas, disponer de subtítulos o manejar atractivos menús.

Más aún, la era digital alienta fenómenos sociales en términos comunicacionales, entre los que destacan ejemplos disruptivos como el periodismo móvil, el periodismo ciudadano y el participativo. Todos estos, entrañan la participación activa y decidida de ciudadanía en el ejercicio periodístico y los noticieros. En este modelo de periodismo, la independencia editorial es el mayor aliado de su credibilidad que, hoy por hoy, se ostenta como el indicador más valioso de cualquier medio informativo. Ya no es únicamente el número de transmisores y antenas instaladas, o la capacidad para radiodifundir en el territorio nacional entero, lo que le da fuerza a un informativo. No serán los noticieros más vistos, los de mayor credibilidad. Mas en #TVMorfosis. 28, 29 y 30 de noviembre, Expo Guadalajara www.tvmorfosis.com

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