De acuerdo a Instituto Mexicano de la Competitividad -IMCO-, el Congreso de Jalisco ocupa el quinto lugar en la proporción de ‘presupuesto (millones de pesos) por diputado’ [resultante de dividir el presupuesto de egresos del Congreso entre el número de diputados]. Incluso, el presupuesto que ejerce el Congreso de Jalisco por diputado [17.7 millones de pesos por diputado] es mayor que el de la Cámara de Diputados [15.1 millones de pesos por diputados] y el promedio registrado a nivel nacional [10.8 millones de pesos por diputado]. Otro dato es que según datos del IMCO, el Congreso de Jalisco se encuentra en el ‘Top 5’de los congresos estatales que menos días trabajan al año, en función del número de días naturales en sus periodos de sesiones. Es decir, en relación del tiempo que duran los periodos de sesiones en los Congresos Locales.
Los legisladores del Congreso de Jalisco son los mejor pagados del país, tanto con el aumento que recientemente se aprobaron (116 mil pesos brutos), como con la remuneración anterior (107 mil pesos brutos). Así lo señala el “Diagnóstico de Parlamento Abierto en México”. Eso significa que los diputados locales jaliscienses ganan más que los integrantes de la Asamblea Legislativa de la Ciudad México, a pesar de que en la capital del país se representa a un millón y medio de personas más que en Jalisco: en CDMX son 8.8 millones de habitantes, en Jalisco son 7,3 millones de habitantes. Pero, de acuerdo a IMCO (2016), el Congreso de Jalisco sólo cumple con el 49 por ciento en cuanto a la transparencia en sus finanzas públicas.
No obstante estos magros indicadores de desempeño, los 39 diputados y 10 funcionarios de primer nivel del Congreso del Estado se aumentaron el sueldo, pero lo hicieron con mucho silencio. Desde hace cuatro quincenas, los legisladores ganan 9 mil 262 pesos más, al pasar de un sueldo mensual bruto de 107 mil 235, para llegar a 116 mil 497 pesos. Un 8.6 por ciento más. Los nueve directores de área y el secretario general del Congreso del Estado (bien conocido por centavero), se dieron un incremento de entre 6 y 10 mil pesos brutos al mes. Pese a que los legisladores y los directores de área subieron sus percepciones, en el Poder Legislativo inicialmente rechazaron que se hubieran autorizado un aumento de sus remuneraciones, y rápidamente argumentaron que el recurso adicional a la paga que reciben se realizó para cumplir con “lo que establecía el tabulador aprobado en la pasada Legislatura”, el 7 de febrero de 2013.
El jueves pasado se descubrió el secretito porque los legisladores votaron cambios en diversas partidas por un total de 10 millones 534 mil pesos, del Presupuesto de Egresos 2016 del Poder Legislativo, a efectos de poder hacer el pago del incremento y de otros gastos, durante una sesión extraordinaria del pleno. La sesión duró 10 minutos y ¡no hubo discusión o debate alguno!. El dictamen tuvo el voto favorable de 30 diputados asistentes. Nueve no acudieron a la sesión. Las unanimidades ya no se ven entre políticos de distintos partidos, excepto cuando se trata de repartirse dinero. Cabe destacarlo, el Independiente nunca denunció el dinero extra. Por el contrario, calladito lo aceptó y sin chistar. Recordemos que al inicio de la actual Legislatura, por acuerdo de la Junta de Coordinación Política, el 18 de noviembre de 2015, en sesión del Pleno se aprobó el Pacto de Austeridad, Racionalidad y Transparencia. El pacto establece que “los diputados integrantes de la Legislatura Sexagésima Primera no incrementarán sus dietas y sueldos en el tiempo que dura la misma”. Aunque los legisladores reiteraron que no se aumentaron el sueldo, sino que se corrigieron “errores administrativos”, los coordinadores de PAN, Partido Verde, PRD y Panal [ningún pronunciamiento de Kumamoto, nuevamente], anunciaron que solicitarán a la Comisión de Administración que corrija el tabulador de sus dietas del Congreso y establezcan la remuneración anterior de 107 mil pesos mensuales, que percibieron los legisladores de noviembre a junio, y no los 116 mil que cobraron durante en julio y agosto luego de los “ajustes”. Claro está, todo después de que Alfaro y Aristóteles (sus jefes) se pronunciaran en contra…