Cuando iniciaba el periodo del gobernador de Jalisco se realizaron dos reformas Constitucionales para crear una mega Fiscalía General, que entre otras cosas, unificó el sistema de seguridad pública y de procuración de justicia. Con este modelo, tan cacareado y tan vendido entonces, se resolverían los problemas estructurales para atender el preocupante ascenso en los índices de delincuencia e inseguridad. Poco más de cuatro años, el Ejecutivo introduce una iniciativa de reforma a la Ley Orgánica de la Fiscalía General del Estado, para dejar sin ‘dientes’ a la misma dependencia. ¿Será el reconocimiento explícito del fracaso del modelo estructural (de diseño de la dependencia) que entonces elaboraron los genios de la ‘burbuja’ del gobernador? ¿Será este otro mea culpa de la dañina influencia de ese grupo de interés?

Bajo la pantalla de que ahora la Fiscalía General, será ‘Autónoma’ –ajá-, le dejan responsabilidades a ésta en la procuración de justicia y, a su cargo, el Ministerio Público y la Policía Investigadora. Además, le asignan la obligación de lograr el sistema integral de investigación y fomentar la «participación ciudadana». No obstante, le eliminan facultades para nombrar a los fiscales especializados, así como al titular del Órgano Interno de Control, tal vez con la idea de no mover algunos compromisos que ahora calientan esas sillas… Incluso, ya no se incluye dentro de sus órganos de investigación al Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses. Así que se presume que dejarán el nombramiento del nuevo Fiscal General ‘Autónomo’ a la «sociedad» (lo que sea que signifique ésta tomada de pelo), con lo que el Gobernador estaría renunciando a la obligación que tiene, como titular del Ejecutivo de Jalisco, en materia de seguridad pública y procuración de justicia.

En síntesis, la reforma a la Fiscalía General ‘Autónoma’ implicará, también, restarle atribuciones, fragmentarla, desmantelarla para asegurar que los compromisos de chambas que ahí existen no sean removidos (as) por un nuevo Fiscal General. Una nueva fiscalía nombrada por aclamación por la «sociedad civil» personificada, que sin elección de por medio ya nos representa para decidir quién habrá de enfrentar el crimen organizado, combatir la inseguridad y reducir las cifras de delitos, que hoy aumentan. Además, tendrá que hacer todo esto, con las manos atadas; como un ingenuo titular, eso sí muy «autónomo», de una Fiscalía General premeditadamente desarmada, que no tiene más las atribuciones necesarias para asegurar resultados.

Resulta una franca contradicción que regresemos al modelo de una Secretaría de Seguridad que tenga a su mando una policía y además se le asigne el control del sistema penitenciario y de reinserción social. Necesariamente, la Fiscalía General debe ser la encargada de trabajar en las políticas de reinserción social, de buscar que el delincuente no termine en una escuela del crimen para reincidir -con mayor daño a la sociedad- una vez que cumplió su condena. No se trata de crear en Jalisco un cuarto poder, con una Fiscalía General ‘Autónoma’. Pero tampoco que en aras de la cacareada ‘Autonomía’, que en los hechos ya existe, se le retiren a la Fiscalía General los instrumentos necesarios de que ahora dispone para cumplir su tarea. El Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses es absolutamente necesario dentro de la Fiscalía General para validar científicamente las pruebas que se reúnen al integrar una averiguación. Sin este insumo, la Fiscalía no tendría los medios técnicos y de validación científica para procurar justicia. No se dispondría entonces de la instancia que debe colaborar en esta delicada tarea.

En el caso del fiscal anticorrupción, por supuesto que es necesario garantizarle independencia debido a la naturaleza de su función, pero no hay que olvidar que la responsabilidad de la seguridad pública y la procuración de justicia, es y debe ser del Poder Ejecutivo de Jalisco, por lo que ese nombramiento debe ser irrenunciable para el Gobernador. Del análisis de esta iniciativa absurda se advierte, que es más importante que la ‘sociedad’ elija al Fiscal General, a que la propia Fiscalía realmente funcione y aporte los resultados que Jalisco requiere…