Fotografía: El Occidental

En días pasados, en Plena Fase 3 de la pandemia del coronavirus, el Comité de Adquisiciones del Congreso del Estado de Jalisco, adjudicó de manera directa 1.9 millones de pesos para la contratación de pólizas de seguros de vida a sus 644 trabajadores de base –incluidos los 38 diputados locales– que integran el Poder Legislativo. 

El presidente del Comité, Óscar Arturo Herrera (PT), justificó la falta de licitación al argumentar ‘circunstancias extraordinarias’ derivadas de la contingencia sanitaria. No obstante, las adjudicaciones directas que aducen ‘casos fortuitos’ o de ‘fuerza mayor’ motivados por una ‘contingencia sanitaria’, son para atender asuntos relacionados con la eventualidad extraordinaria suscitada [como sería la compra de equipo médico, p. ej.], según advierte la Ley de Compras Gubernamentales, Enajenaciones y Contratación de Servicios del Estado de Jalisco y sus Municipios (art. 73, fr. IV). Pero al parecer no se pusieron de acuerdo en las versiones. 
 
El secretario general del Congreso, Salvador Rodríguez Reyes, señaló que la premura en su contratación se debió a la falta de quórum para sesionar en este Comité desde hace dos meses. Un Comité que, vale la pena destacar, está integrado por dos diputados (PT y PAN), dos empleados administrativos del Congreso; y seis representantes de organismos empresariales de Jalisco. Precisamente esas mismas cúpulas que denuncian mediáticamente la corrupción, pero que en lo ‘oscurito’ se convierten en sus más acérrimos y oficiosos promotores. 
 
Como quiera que sea, con base en la Ley Orgánica del Poder Legislativo del Estado de Jalisco (art. 111), las resoluciones del Comité de Adquisiciones son acordadas por la Comisión de Administración y Planeación Legislativa, que es integrada por diputados de todos los partidos políticos que integran el Congreso Local. 
 
Una frivolidad mayúscula que no obtuvo la menor resistencia y oposición, por los ‘Refundadores de Jalisco’, los instauradores de la ‘Cuarta Transformación’ y la partidocracia de siempre. 
 
Decía don Jesús Reyes Heroles, que “la unanimidad es siempre impuesta o supuesta”. En casos como este, la unanimidad supone también actitud cínica, convenientemente comodina. Ahora bien, en el Legislativo, más que en ningún otro Poder, los que aprueban todos los actos legislativos y administrativos en su interior, son políticos y representantes populares. Por esta relevante razón, la ‘sensibilidad política’ debiera ser el principio rector en el Recinto Legislativo. No obstante, lo que impera en su seno es el madruguete con ‘tacto’ de elefante. 
 
Extraordinarias circunstancias derivadas de una emergencia sanitaria –agravada por la escasez de equipos de protección personal sanitario, personal médico y respiradores–, cuestionan cualquier atisbo relacionado con lo ordinario, como la renovación de un seguro de vida.
 
En el contexto actual, el mejor ‘seguro de vida’ que tienen los 38 legisladores y los poco más de 600 trabajadores del Congreso del Estado es, sin lugar a dudas, la remuneración quincenal, puntual y completa que perciben… a la luz de las severas afectaciones en la economía familiar que están experimentando poblaciones enteras a causas de la pandemia. 

 
 
https://www.milenio.com/opinion/gabriel-torres-espinoza/con-pies-de-plomo/seguros-con-cargo-al-erario