Para explicarlo, veamos un ejemplo. En EEUU, Hillary Clinton ganó en ‘voto popular’. La diferencia de votos en la elección de Estados Unidos fue de 2 millones 868 mil 686 sufragios en favor de la candidata demócrata. Una ventaja de 2.1% a favor de Clinton. Pero como la regla electoral señala que para ganar la presidencia de Estados Unidos se deben conseguir 270 votos del Colegio Electoral (el 50% más uno), respecto de los 538 miembros que lo integran. Ocurrió que de conformidad con el Sistema Electoral Norteamericano, el ganador de la contienda NO fue el que obtuvo más votos de la población (voto popular), sino el que ganó la mayor cantidad de votos electorales en los 50 estados de la Unión Americana.

Pues bien, Kumamoto y los candidatos de Wikipolítica representaron una opción apartidista inédita. Como lo definieron ellos en su página Web, “Vamos A Reemplazarles es una red de candidaturas independientes”. Una red, cierto. También señalan en el sitio oficial que “Vamos A Reemplazarles es un espacio para encontrarnos y agruparnos”. Una agrupación, o si se quiere un grupo (esos que también existen al interior de los partidos). Una red que comparte principios particulares que los vincula, y que a su vez promueve opciones a cargos de gobierno de forma organizada. Justo la esencia de un partido político. Ahora bien, las candidaturas independientes, no se crearon para formar redes o agrupaciones… El caso es que por discurso, falta de cálculo o fobia (¿?) a esa figura abstracta que son los partidos en la ley, Wikipolítica decidió contender –todos- bajo la figura de las candidaturas independientes.
Tal vez en espera que por la vía ‘independiente’ se beneficiarían de un supuesto ‘voto de castigo’ o ‘hartazgo’ mayoritario a los partidos. Sorpresa, los ciudadanos votaron de forma abrumadora por candidatos de ¡partidos políticos!. Así que como Hillary que fue la mujer mas votada en USA y marcó precedente; los Wikis compitieron, innovaron, pero ninguna de sus candidaturas logró la mayoría relativa de los votos. Ninguno será legislador, ni de primera minoría. Decir que perdieron por las coaliciones de los partidos, que aseguraban “reemplazar”, resulta una excusa para no asumir una fallida estrategia. Un mal cálculo. El resultado es un ‘bosque’ talado por electores, que democráticamente prefirieron a los partidos. Se derrumbó un lugar común. Los partidos, no están en crisis. Por ello, dos muy jóvenes -Morena a nivel nacional y Movimiento Ciudadano en Jalisco-, demostraron que para ‘reemplezarles’ se necesitan algo más que una ‘Red’ de candidatos que se registren como ‘independientes’. La elección confirmó que los partidos gozan hoy de cabal salud, mientras las candidaturas independientes -al menos durante esta elección en Jalisco- mueren de inanición, en perfecto estado de salud…

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