Foto: Hacker Noon

La era digital de la información y la comunicación, también trajo consigo una coyuntura en la que algo que aparente ser verdad, es más importante que la propia verdad. El auge tiene que ver, en gran medida, con las elecciones presidenciales de EU, donde se utilizaron miles de sitios en Internet creados ex profeso para la difusión de noticias falsas en pro y en contra de los candidatos presidenciales. Ahora bien, las fake news son un concepto nuevo, para en realidad referirse a un muy viejo fenómeno: la difusión masiva de noticias falsas a través de cualquier medio.

Las fake news, siempre han existido. Especialmente desde que surgió la imprenta; ese nuevo sistema de impresión rápida inventado por Johann Gensfleich zum Gutenberg, en 1450. Para difundir falsedades han existido el bulo, el libelo, el panfleto, el ‘volante’. También las ocho columnas de prestigiados diarios han publicado noticias falsas, al igual que la radio y la televisión (el caso ‘Frida’ es un ejemplo reciente). Los medios de comunicación, en democracia, encontraron en un eufemismo, la forma de referirse a este fenómeno: ‘sesgo informativo’. Goebbels, el ministro de propaganda en el régimen Nazi, acuñó la frase de que “una mentira repetida adecuadamente mil veces, se convierte en verdad”. A su vez, el escritor estadounidense, Mark Twain, decía que “es más fácil engañar a la gente, que convencerlos de que han sido engañados”. Por ejemplo, en 2016, el ministro de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña (GB), Boris Johnson, en la campaña pro #Brexit, anunció que Gran Bretaña, al salir de la Unión Europea, ahorraría al menos 350 millones de libras esterlinas por semana, mismas que podrían ser destinadas al sector salud. También circuló el rumor sobre el inminente ingreso de 78 millones de inmigrantes a Gran Bretaña, si Turquía entraba a la Unión Europea. Ambas, mentiras que le acarrearon bastantes votos para ganar el referéndum. Un estudio realizado por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), que examinó unas 126 mil noticias compartidas en Twitter, de 2006 a 2017, por tres millones de personas, determinó que ¡las noticias falsas tienen un 70 por ciento más de probabilidades de ser retuitedas que aquellas que son verdaderas! Además, se comprobó que mientras la noticia verdadera rara vez llegaba a más de mil personas, los contenidos falsos más perniciosos siempre llegaban a más de 10 mil usuarios en Twitter. Por otro lado, un estudio realizado por la Universidad Complutense de Madrid descubrió que el 86 por ciento de las personas tienen problemas para detectar o diferenciar noticias falsas, respecto de las que son verdaderas. Incluso, de acuerdo con el Trust Barometer 2018, realizado por la agencia de relaciones públicas Edelman, el 80 por ciento de los mexicanos considera a la información falsa –ojo- como un arma que puede ¡influir en sus decisiones!. Se trata del porcentaje más alto, dentro de este estudio, entre la muestra de 28 países que se consideró. En plena era de la inmediatez de la información, los medios de comunicación deben encontrar las fórmulas para evitar caer en la difusión sistemática de noticias deliberadamente falsas. Afortunadamente existen esfuerzos para combatir esta tendencia masiva a difundir falsas noticias. Desde febrero de 2017, un sello de Google Noticias indica al usuario la información que ha sido verificada por organizaciones sociales independientes como Chequeado, de Argentina; ChecaDatosMx, El Sabueso y Verificado 2018, de México; o Agência Lupa, Aos Fatos y Agência Pública, de Brasil. Páginas como Snopes.com o FactCheck están volcadas en comprobar las noticias controvertidas de la política estadounidense. Se trata de una práctica periodística nacida en Estados Unidos, durante 2007 y que, en América Latina, tuvo su primer antecedente con Chequeado, en 2010, hoy día referente importante en la materia. De cara al cierre del proceso electoral, nos viene bien un mayor rigor de la información que se publica, de forma acrítica, sólo porque alguien que es candidato lo declara. Sobre todo sin añadir la advertencia de si esa información tiene sustento, o es otra más de las ‘noticias falsas’, de la era digital de la información… gabtorre@hotmail.com