En 2009 se modificó la Ley de Pensiones para permitir que el Ejecutivo disponga de poder absoluto sobre el dinero de las aportaciones que los trabajadores realizan para su pensión y jubilación. Para lograr que el Instituto de Pensiones del Estado de Jalisco fuese un fondo a disposición del gobernador en turno, Emilio González promovió una reforma en el Congreso que eliminó los mecanismos de control que el Poder Legislativo de Jalisco mantenía sobre el Instituto de Pensiones del Estado de Jalisco –IPEJAL-.
Ahora, sin mayor control que un Consejo Directivo integrado a modo, se usa discrecionalmente el dinero que los trabajadores aportan para su pensión y jubilación, en una cantidad de operaciones que despiden un franco olor a fraude. IPEJAL mantiene hoy 10 mil 400 millones de pesos en cuentas en Suiza, Estados Unidos y México. Además, se han “invertido 2 mil 280 millones de pesos en proyectos en proyectos fallidos con la empresa española Abengoa, la Villa Panamericana y Chalacatepec” (Mural:13/08/2017). Debido a que no existe ya ningún control por parte del Congreso del Estado, es que se perpetuó el más grotesco fraude, donde se destinaron 89 millones de dólares del dinero de los trabajadores para el “Nuevo Cancún”, donde el IPEJAL sería socio minoritario aunque habría aportado más dinero del que los entusiastas empresarios pagaron a los ejidatarios de Chalacatepec. Además, sin acreditar el sustento económico del proyecto, el estudio de impacto ambiental y con negativas reiteradas para entregar información a través de la ley de transparencia. El ITEI tuvo que presentar entonces dos denuncias penales por negar información sobre este asunto, denuncias que siguen inexplicablemente archivadas en la fiscalía. El IPEJAL se consolida como el principal financiador de los más grandes “elefantes blancos” de Jalisco. Utilizó 89 millones de dólares en el fraudulento proyecto de Chalacatepec. También, 340 millones de pesos en las Villas Panamericanas. Incluso, 604 millones se usaron discrecionalmente para la compra de bonos de deuda a Abengoa, bajo el consejo del asesor financiero contratado por IPEJAL. De igual forma, IPEJAL compra medicamentos a sobre precio y adquirió una cantidad de terrenos a precios que exceden su valor comercial. Actualmente se sigue una investigación en la Contraloría de Jalisco por la autorización fraudulenta de préstamos a funcionarios, con montos que exceden con mucho las reglas definidas para otorgar créditos a los trabajadores. De forma que resulta de la mayor relevancia que el Poder Legislativo, en tanto representación política del pueblo de Jalisco, recupere la capacidad de fiscalizar la correcta administración de esos fondos, que deben guardar como principal propósito hacer posible el acceso a la pensión y la jubilación de los trabajadores.