El robo de combustible se convirtió en un negocio tan rentable como el narcotráfico. Naturalmente, como en todo negocio ilegal, se creó un entorno de complicidades y participantes muy diverso, que involucran al sector público. Robar combustible significa hurtar efectivo. El combustible se vende fácilmente, pues de una u otra forma, la gran mayoría de los mexicanos somos consumidores directos.
De acuerdo con datos publicados por Expansión (https://expansion.mx/economia/2017/05/09/9-datos-para-entender-el-problema-de-robo-de-gasolina-en-mexico) “Pemex registró su primer robo de combustible en sus ductos hace 17 años, en el año 2000, cuando se registraron 15 extracciones conocidas ahora como ordeñas, de acuerdo con datos de la petrolera proporcionados a Expansión a través de transparencia”. “El número de tomas clandestinas identificadas y selladas por donde se ordeñó combustible tiene una cifra récord de 6,873 al cierre de 2016, según datos del reporte anual de Pemex”. “La ordeña de combustible se disparó 868% en la última década, pues en 2010 se contabilizaron 710 tomas clandestinas”. Como lo documentó Luis Miguel González en El Economista: Durante el “2012, el robo de combustible costó 7,400 millones de pesos a Pemex.
Cinco años después, la cifra ya alcanzó los 30 mil millones de pesos. En los cinco años que van de este sexenio, lo robado supera los 70 mil millones de pesos, mientras que las perforaciones de ductos se han multiplicado por cinco. Lo robado es equivalente a 4 mil millones de dólares. Con ese dinero se podría construir una refinería mediana/grande o fortalecer el programa de inversiones de la petrolera. En vez de eso, fue a parar a grupos criminales que tienen poder creciente”.
En el artículo de marras (https://www.eleconomista.com.mx/opinion/El-robo-de-combustible-se-cuadruplico-en-el-sexenio-20180411-0035.html) se consigna que se “han ‘capturado’ a 1,600 personas robando combustible. Entre 1 y 2% de ellos han sido encarcelados. Esto significa, [señala Luis Miguel González], una tasa de impunidad de 98 o 99%” El robo de combustible es el delito menos castigado en México, ¿por qué? El presidente López Obrador confirma que apenas hace 30 días se robaban mas de mil 100 pipas diarias, con 15 mil litros de combustible en cada pipa. Se cuestiona, ¿Cómo se distribuye toda esa gasolina robada? El presidente señala ‘complicidad plena’ al interior de Pemex. De cara al desabasto en cinco estados, y al problema que ahora ocasiona el combate a este delito, resulta oportuno preguntarse: ¿cuántas gasolineras recibían y vendían combustible robado? ¿lo hacían forzados por el crimen organizado o como parte de una estrategia de enriquecimiento ilícito de ciertos gasolineros? ¿qué autoridades federales y estatales son parte de esa red de complicidades para el robo a la paraestatal de los mexicanos?…
gabtorre@hotmail.com
http://www.milenio.com/opinion/gabriel-torres-espinoza/columna-gabriel-torres-espinoza/el-robo-de-combustible-el-delito-menos-castigado