A falta de la posibilidad de reelección en el mandato constitucional de gobernador y presidente de la República, las elecciones intermedias son, en los hechos, una suerte de elección plebiscitaria sobre los gobiernos. De forma que aquí es donde se hace presente el ‘voto de castigo’ o ‘el efecto arrastre’ que auspician el jefe del Ejecutivo Federal y el titular del Ejecutivo Estatal, en todo proceso electoral.
Este principio habrá de impactar no sólo en la integración del Congreso local y federal, sino en la elección de los 125 ayuntamientos jaliscienses. Guadalajara y Zapopan tendrán un protagonismo y ‘peso específico’ en razón de lo que representan. En la capital se mide la posible sucesión del próximo gobernador del Estado: Ramírez Acuña, Emilio González, Aristóteles Sandoval y Enrique Alfaro tuvieron como antesala de la gubernatura, el gobierno de la alcaldía tapatía.
Resulta previsible que, de manera preponderante, la elección de los Ayuntamientos en la entidad —incluido Zapopan y Guadalajara—, se regirá bajo un bloque ideológico contrapuesto que, hoy por hoy, registra la más alta rentabilidad electoral: el de la Refundación versus el de la 4ta Transformación. No obstante, el proyecto de la 4T parece tener mayor contenido, o arquetipos ideológicos de mayor penetración e inteligibilidad social, que el de la Refundación. Prácticamente todo mundo entiende qué simboliza el proceso político de la 4ta Transformación [austeridad, combate a la corrupción, lucha contra la pobreza, etc.], pero parece que, incluso dentro de MC, aún no se termina por entender qué encarna eso de la Refundación. Esto puede pesar en favor de Morena.
No obstante, el ‘efecto arrastre’, hasta ahora, ‘sopla’ a favor de Movimiento Ciudadano. En Jalisco, de acuerdo con Mitofsky, el gobernador tiene mayor aceptación o popularidad que el jefe del Estado. Enrique Alfaro, de acuerdo con el sondeo más reciente de esta casa encuestadora (Nov/2020), tiene una aprobación del 51.3 por ciento. No obstante, de acuerdo también con Mitofsky, López Obrador alcanza una aceptación, en Jalisco, del 41.1 por ciento (Oct/2020). En ese sentido, la ‘marca’ MC indica mayores activos, hasta hoy, respecto de la ‘marca’ Morena.
Empero, la popularidad del Presidente va nuevamente en ascenso, mientras que la del gobernador parece haberse estancado. El factor pandemia, con el monopolio de la federación sobre las vacunas, habrá de jugar, tal vez también, a favor del Presidente, sino es que el Plan Nacional de Vacunación resulta un rotundo fracaso en términos de logística y organización. No sólo eso, el Presidente sabe medir muy bien sus activos: cuando parece caer su popularidad, inmediatamente ‘levanta’ su aprobación con emblemáticos casos de combate a la corrupción, para fortalecer su discurso y rentabilidad electoral. El gobernador, simplemente ha desdeñado esta importantísima asignatura de gran impacto social.
Por otro lado, si la tendencia nos dice que Guadalajara es el trampolín a la gubernatura, también esta misma tendencia nos advierte que Emilio González Márquez y Aristóteles Sandoval perdieron la ‘joya de la corona’ en la elección intermedia. La operación política es el mayor talento del gobernador, habrá que observar si mantiene el toque.