El partido del presidente, Morena, llegó a una hegemonía con las elecciones locales ocurridas ayer, en seis entidades federativas. Hoy amanece Morena con cuatro gubernaturas más y con al menos 22 entidades donde mantiene hegemonía. El éxito del partido del presidente es proporcional a la incapacidad de los partidos de oposición para tejer una alianza electoral. Pero, específicamente, al rol de Movimiento Ciudadano, que al dividir el voto en las elecciones locales de ayer, favoreció una elección de tercios, en donde el partido en el gobierno sacó una conveniente ventaja.
De 2016 a la fecha, la correlación de fuerzas en los gobiernos locales se ha modificado, absolutamente. Destaca la derrota por paliza del PRI en el estado de Hidalgo, uno de los bastiones donde jamás había sucedido la alternancia. Una derrota humillante de la estructura tricolor o una traición absoluta del gobernador Omar Fayad al priismo. Ahora solo quedan Estado de México y Coahuila. No obstante, resulta evidente que sin coaliciones opositoras, no habrá posibilidad de competir y ganarle en el 2024 al partido en el gobierno federal. A partir de hoy, el partido hegemónico en México.
Los análisis rápidos repiten que los partidos ‘están en crisis’. Que el sistema de partidos está ‘rebasado’. Que los electores ‘no confían’ en los partidos políticos (en las encuestas, efectivamente responden que no). Sin embargo, ayer, los números, ojo, ¡los números! demuestran que el sistema de partidos y los partidos gozan de cabal salud. Ayer se votó, básicamente, por candidatos de partidos políticos legal y legítimamente registrados. Morena, un partido de muy reciente creación, gana 4 de 6 gubernaturas en disputa. La coalición PRI-PAN (fundamentalmente), gana en dos. El Partido Movimiento Ciudadano, consiguió dividir el voto. Entonces, ¿cuál crisis del sistema de partidos?
De forma que, la competencia fue, en 97%, entre candidatos de los ¡partidos políticos! que fueron votados y formarán gobiernos emanados de partidos y coaliciones de partidos. De manera qué ¿exactamente en qué se sostiene que los (plural) partidos están en crisis? ¿Con qué dato objetivo se puede seguir afirmando que el sistema de partidos está en ‘crisis’? Si son, precisamente, los partidos los que registran, compiten y obtienen los votos absolutamente mayoritarios en las elecciones de los principales cargos públicos del país. Quienes ayer brillaron por su ausencia (y éxito) fueron, esos sí, los candidatos independientes: esa figura que se suponía pondría en jaque al sistema de partidos en su conjunto. Pero no, no volvió a figurar en la competencia de manera importante.
Otro dato interesante es que el Instituto Nacional Electoral demostró, una vez más, ser una institución enteramente confiable para organizar las elecciones, computar los votos y ofrecer resultados fieles, rápido y sin mayores incidentes atribuibles a ellos mismos. El INE organizó y sancionó las elecciones locales en seis entidades federativas de México, donde Morena, su principal detractor, ganó cuatro de seis gubernaturas, para confirmar que el Instituto Nacional Electoral es un ‘árbitro que no da pases, ni mete goles’. Otro argumento para el debate nacional, muy oportuno y a la vista de todos, que corrobora la pertinencia de esa institución, construida en décadas, e indispensable para nuestra democracia.
Mi columna también la puedes encontrar aquí, en Milenio Jalisco.