Imagen: www.imeplan.mx/potmet/
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El pasado 23 de septiembre del 2024, la Junta de Coordinación Metropolitana (JCM) del Área Metropolitana de Guadalajara (AMG) aprobó por unanimidad la actualización del Plan de Ordenamiento Territorial Metropolitano (POTmet) y el Programa de Desarrollo Metropolitano 2024.

La versión 2024 del ‘POTmet’ introduce cambios sustanciales respecto a su predecesor. Uno de los más relevantes es la reducción del 45% en las áreas urbanizables, en comparación con el plan de 2016, lo que refleja un esfuerzo por frenar la expansión urbana descontrolada que afectó ya la sostenibilidad de la región. Además, se incrementó en un 8% las áreas no urbanizables, destinadas a la protección de ecosistemas, alcanzando una extensión equivalente a la superficie total del municipio de Guadalajara.

El AMG, con una superficie total de 326,545 hectáreas, se distribuye actualmente en un 21% de áreas urbanizadas, un 8% de áreas potencialmente urbanizables y un 72% de áreas no urbanizables. Esta zonificación busca promover un desarrollo urbano más compacto, eficiente y respetuoso con el entorno natural.

Un informe de evaluación del POTmet 2016 realizado en 2023, reveló que solo el municipio de Guadalajara tiene su Programa Municipal de Desarrollo Urbano alineado con las disposiciones del POTmet, mientras que los demás municipios muestran un cumplimiento parcial. Peor aún, tres de cada diez nuevas licencias de desarrollo emitidas en la AMG,  ¡transgreden las disposiciones del POTmet! lo que deja en entredicho su efectividad como herramienta de planeación. Letra muerta, pues.

La discrepancia entre la normativa urbanística y su aplicación en el desarrollo urbano es un problema recurrente en el Área Metropolitana de Guadalajara (AMG). Esta situación revela un desfase preocupante entre la teoría y la práctica, donde planes de desarrollo meticulosamente elaborados, como el POTmet 2016 y su reciente actualización en 2024, se ven desvirtuados por la realidad en el terreno.

El POTmet, aclamado como ‘uno de los modelos de ordenamiento territorial más sólidos del país’, enfrenta serios desafíos en su implementación. La falta de alineación entre los planes municipales y las disposiciones metropolitanas resulta alarmante. Según el “Informe de Evaluación del POTmet” de 2023, ¡solo un municipio de los nueve que conforman el AMG, Guadalajara, ha actualizado su Programa Municipal de Desarrollo Urbano conforme a las directrices del POTmet 2016! El resto de los municipios cumplen solo parcialmente (cuando les conviene), y lo que es aún más alarmante, ¡el 29% de las nuevas licencias de desarrollo emitidas no se ajustan a la zonificación primaria establecida por el POTmet!

Este desfase entre la norma y su aplicación tiene consecuencias profundas. La expansión descontrolada de asentamientos informales, que representan aproximadamente el 25% del crecimiento urbano en el AMG, es una de ellas. Municipios como Zapopan, Tonalá y San Pedro Tlaquepaque, que concentran la mayoría de estas irregularidades, evidencian la falta de mecanismos efectivos para garantizar que el desarrollo urbano siga los lineamientos establecidos.

Así las cosas, tenemos un plan más exhaustivo y fundamentado, cierto; pero que es ineficaz porque no se acredita una voluntad política firme y una capacidad institucional para aplicarlo y hacer cumplir sus disposiciones.

El problema no es solo la creación de normas, sino su ejecución de las mismas. Cuando las autoridades locales otorgan licencias de desarrollo que contradicen las directrices metropolitanas, se socava no solo la eficacia del plan, sino también la confianza pública. El resultado ha sido una ciudad que crece de manera desordenada, con impactos muy negativos en la calidad de vida de sus habitantes, la sostenibilidad ambiental y la equidad social.

El éxito de cualquier plan de desarrollo urbano no debe medirse únicamente por su solidez técnica, sino por su capacidad de transformar positivamente el entorno urbano en la realidad. La divergencia entre la norma y su aplicación Jalisco, no es solo un fallo administrativo; sino el testimonio insultante de la franca y flagrante corrupción tolerada y alentada por el gobierno, en el crecimiento caótico de la ciudad, para beneficio de los ‘arriesgados  desarrolladores’. 


https://www.milenio.com/opinion/gabriel-torres-espinoza/con-pies-de-plomo/norma-vs-realidad-caos-urbano-amg