La consultoría actuarial denominada Valuaciones Actuariales del Norte, presentó, en febrero de 2021, los resultados de la valuación realizada con corte al 31 de diciembre de 2019. De este documento se advierte lo siguiente: En el IPEJAL, el periodo de suficiencia y agotamiento del Fondo de Reservas, es en el año 2029. El saldo del Fondo al cierre del 2020, fue de $37 mil 173 millones de pesos. Sin embargo, en 2029, esas mismas reservas del Fondo se agotarán y se requerirán aportaciones extraordinarias para cubrir las obligaciones del Ipejal por un monto de $4 mil 905.68 millones al año, y con aumentos anuales del 30%.
Actualmente, existen 959 pensionados cuyo monto mensual supera los 50 mil pesos (en su mayoría funcionarios públicos y/o electos popularmente). Además, para el año 2019, por cada pensionado existían 3.3 afiliados; cuando, en 2013, por cada pensionado se registran 6 afiliados. De forma que crece el número de pensionados, a la vez que decrece el número de afiliados al Ipejal. Es así́ como, desde 2019, el pago de nómina de pensionados ha superado los ingresos por aportaciones de sus afiliados, que dejó ya un déficit de 58 millones de pesos anuales. Sin embargo, en 2021, el déficit fue de mil 489 mdp.
En 2022, se duplicó el número de personas con derecho pensión respecto de 2020. De modo que, en 2020, 6 mil 292 personas tenían derecho a pensión; y, en 2022, este número ascendió́ 13 mil 240 personas.
Así las cosas, ¿qué nos indica el estudio actuarial más reciente del Ipejal? Un incremento exponencial del déficit de este fondo. De acuerdo con este documento, el déficit actuarial del Ipejal hoy asciende a 260 mil millones de pesos, cuando apenas hace tres años el monto de este déficit era de 57 mil millones de pesos. A efectos de dimensionar lo anterior, conviene destacar que el actual déficit actuarial del Ipejal es prácticamente 2 veces mayor que todo el Presupuesto de Egresos del Estado de Jalisco 2022 (137 mil millones de pesos).
Grosso modo, un déficit actuarial puede ser entendido como el saldo negativo resultante de las obligaciones futuras en materia de seguridad social [préstamos tanto a afiliados como pensionados; pago de las jubilaciones y a sus beneficiarios en caso de fallecimiento (viuda e hijos menores); y otras prestaciones previstas en la Ley (atención médica a trabajadores de Ipejal, p. ej.)] y el monto de los ingresos futuros para el pago de estas obligaciones.
En ese sentido, el déficit actuarial del Ipejal es de tal magnitud que, para 2027, podría caer en absoluta insuficiencia financiera, y con él las aportaciones, pensiones y derechos sociales de los afiliados a este sistema de seguridad social, previsto para los servidores públicos del Estado de Jalisco.
Destaca que son tres los factores que propician el inminente quebranto financiero del Ipejal: 1) La corrupción y complicidad en el manejo de las inversiones, sin sustento y justificación en materia de viabilidad financiera (obra de esos genios financieros contratados); 2) El esquema pensionario de exceso de privilegios, que no soportan la viabilidad financiera del Fondo; y 3) La pésima administración del Instituto. No obstante, ni a trabajadores, sindicatos o autoridades parece importarles la inminente quiebra financiera del Ipejal.
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