Según el reporte 2017 de Cartesian, en colaboración con, muestra las tendencias del video móvil, que por medio del Smartphone, capitaliza para sí gran parte del tráfico de video en redes móviles y Wi-Fi a nivel mundial. En este reporte se augura que el ritmo de crecimiento del video móvil no se estancará en el fututuro próximo. El reporte se concentra en cinco áreas clave: las preferencias de dispositivos para video, las tendencias de contenido de video de Smartphone dentro y fuera del hogar, las barreras para el uso de teléfonos inteligentes para video, el acceso de video móvil y el papel de las partes interesadas de la industria.
En países desarrollados, durante 2016, el porcentaje de consumo de contenidos audiovisuales dentro de casa, se distribuye de la siguiente manera: 17% el Smartphone, 13% tablets, 15% PC/Laptop, 13% dispositivos de realidad virtual, y el restante 55%, prefiere la Televisión para consumir video. En cambio, en 2016, en países en vías de desarrollo, el uso del Smartphone supera al uso de la televisión, en cuanto a consumo de contenidos audiovisuales dentro de casa: 35% Smartphone, 34% televisión, 19% PC/Laptop, y un 11% para dispositivos de realidad virtual. La inclusión de dispositivos de realidad virtual (conocidos como goggles), gracias a su innovación en cuanto a experimentar el video (contenido 3D, realidad virtual), poseen ya una buena parte del mercado (13% en países desarrollados y 11% en países en desarrollo). Incluso se acercan al total de consumo de video en casa a través de un Smartphone (17%). No está de más señalarlo, se necesita un Smartphone, una PC/Laptop o juegos de video para usar este tipo de dispositivos VR.
Como dato importante destaca que, el uso más popular que se da al Smartphone cuando se está en casa, es para ver: televisión lineal 8%, series y películas On-Demand o «a la carta» 28%, videos musicales, cortos y contenidos de corta duración 26%, contenido generado por otros usuarios en directo 12%, contenido generado por otros usuarios On-Demand 24%. Según el estudio, para 2022, el crecimiento del tipo de contenidos consumidos a través del Smartphone cuando se está en casa, proyecta a series y películas On-Demand en 43%, contenido generado por usuarios en directo 22%, contenido generado por usuarios On-Demand 18%, videos musicales, cortos y contenidos de corta duración 13%, y televisión lineal un 6%.
En cuanto al uso más popular del Smartphone cuando no se está en casa, es para ver: televisión lineal 8%, series y películas On-Demand o «a la carta» 29%, videos musicales, cortos y contenidos de corta duración 26%, contenido generado por otros usuarios en directo 16%, contenido generado por otros usuarios On-Demand 21%. Para 2022, el crecimiento del tipo de contenidos consumidos a través del Smartphone cuando no se está en casa, proyecta a series y películas On-Demand en 37%, contenido generado por usuarios en directo 26%, contenido generado por usuarios On-Demand 14%, videos musicales, cortos y contenidos de corta duración 13%, y televisión lineal sólo un 9%.
Las tres razones por las que el Smartphone no es usado para ver video mientras se está en casa, es por ser incómodo de sostener por mucho tiempo (67% de los encuestados); segunda razón es la calidad de audio o video (62%); la tercera por preferir disfrutar contenido acompañado (47%). Es de hacer notar que también un 43% se preocupa por la duración de la batería del Smartphone. Mientras que las tres razones por las que los Smartphone no son usados para ver video mientras se está fuera de casa. La principal razón es por la duración de la batería (74% de los encuestados); segunda razón es por el costo de uso de datos (70%); la tercera por la velocidad de la red (47%). También se preguntó a los encuestados sobre cuáles eran los principales argumentos para no visualizar televisión lineal en un Smartphone mientras no se está en casa. La razón principal fue el costo de uso de datos (70%); segunda, duración de batería (66%); tercera, velocidad de la red (59%). Contra todos los escépticos, estos datos demuestran que en definitiva, la transformación de los hábitos de consumo del audiovisual, significa adaptarse, o pasar a ser marginal en audiencia.