Cierto, la Zona Metropolitana de Guadalajara la empujó al triunfo la campaña ‘paraguas’ de Lemus. Pero el triunfo en los 16 distritos de mayoría, con apenas el 32.5 por ciento de la votación para el partido en el gobierno, es una maniobra atribuible a Enrique Alfaro y su partido Movimiento Ciudadano. MC no ganó la mayoría absoluta del Congreso, pues con la victoria alcanzada en 16 distritos llegó al 42 por ciento de las diputaciones del Poder Legislativo, lo cual lo deja sin acceso a la representación proporcional, debido a que ningún partido puede estar sobre representado en más de ocho puntos porcentuales.
De forma que al igual que en la pasada legislatura, la alianza ‘de facto’, comprada en cada ‘tiro por viaje’ con el PAN, le asegura al gobernador de Jalisco la mayoría absoluta en el Congreso, misma que solo se alcanza en alianza con el PAN o con Morena. Ésta última se antoja muy difícil. Pero como el gobernador sabe usar la chequera, no sorprendería que los cuatro diputados que le faltan, los pueda conseguir cooptando legisladores de Morena o incluso algunos al PAN. Ejemplos ya lo ilustran. Así completaría, como el presidente López Obrador, la mayoría absoluta que no le dieron las urnas.
También se advierte que, por primera vez, MC saca adelante la cita con las urnas, sin Enrique Alfaro en la boleta, ni abiertamente en campaña. Esta vez el proselitismo lo hicieron otros actores, que cobraron relevancia para institucionalizar al partido Movimiento Ciudadano, sin la participación directa del líder indiscutible que lo hizo crecer en Jalisco. Finalmente consolidaron el partido, más allá del ‘alfarismo’. La institucionalización de Movimiento Ciudadano es una característica muy importante que resultó como consecuencia de una serie de factores de coyuntura que aderezaron estas elecciones. La victoria en Nuevo León le da otra perspectiva a un partido que se mantiene regional, pero que ha rebasado los límites de su presencia en el territorio nacional.
La consolidación de una nueva fuerza dentro de MC en Jalisco, que lidera indiscutiblemente Pablo Lemus, le da otra faceta a un ‘movimiento’ que hasta hace poco se definía solo como ‘alfarismo’. Hoy Movimiento Ciudadano tiene explicación, además, en otros referentes políticos que gustan de marcar límites a su independencia: Pablo Lemus y Juan José Frangie. El ‘Grupo Coparmex’ será una poderosa facción dentro de MC, que alimenta su propia agenda, disputará y representa muchísimos intereses. Además, empresarios que les son afines, también ganaron en distritos locales y federales. Pablo Lemus conquistó ya el derecho de estar en la boleta electoral para gobernador en 2024. Será con Alfaro, sin Alfaro o a pesar de Alfaro. Parece ahora un candidato natural de MC; pero en caso contrario, sería un grupo muy interesante para cualquier otro partido que busque rentabilidad electoral.
De esta elección no han surgido liderazgos que equilibren al ‘grupo Coparmex’ dentro de Movimiento Ciudadano. Alfaro dispone de tres años para construirlos, o para pavimentar el camino de Lemus rumbo a la candidatura de 2024. Los gobiernos y presupuestos de Guadalajara y Zapopan, bajo la tutela de la misma expresión política, coloca en aprietos al núcleo duro del ‘alfarismo’, de cara al futuro.
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