Recientemente, fue publicado el Democracy Index 2021 por The Economist, mismo que categoriza a los gobiernos de 167 naciones en “democracias plenas”, “democracias defectuosas”, “regímenes híbridos” y “regímenes autoritarios”, en un espectro que marca como antípodas a las democracias plenas frente a los regímenes autoritarios y/o dictatoriales —como lo es Corea del Norte—. Es importante hacer mención que los indicadores que toma para su hechura son cinco: I) “procesos electorales y pluralismo”; II) “funcionamiento del gobierno”; III) “participación política”; IV) “cultura política”; y V) “libertades civiles”.

Sobre este estudio destacan datos que resultan particularmente alarmantes para la democracia en México. En el año 2010, nuestro país, estaba posicionado, dentro del ranking global, en el lugar 50º, con una calificación de 6.93, para así estar dentro del grupo de las “democracias defectuosas”. Para 2015, nuestro sistema político decayó al lugar 66º, registrando un puntaje de 6.55, para seguir permaneciendo en el grupo de las “democracias defectuosas”. No obstante, en 2021, este índice posicionó a nuestro país en el lugar 86º, con un involutivo score de 5.57, para pasar a ser considerado como un “régimen híbrido”. Se trata, pues, de un retroceso francamente preocupante, sin lugar a dudas.

En el continente americano, no obstante, hay datos igualmente reveladores en este índice de 2021. Por vez primera en el estudio, los Estados Unidos dejaron de pertenecer al selecto grupo de las “democracias plenas”, para, ahora, pasar a ser considerada como “democracia defectuosa”, lo que derivó, según se advierte en este documento, de la gestión con tendencias autoritarias de su ex presidente republicano Donald Trump. Exactamente lo mismo ocurrió con Chile que, ahora, también, es considerada como “democracia defectuosa” —después de haber sido catalogada, por varios años, como “democracia plena” en este ranking—. De igual forma, tal y como le ocurrió a México, los países latinoamericanos de Ecuador y Paraguay dejaron de ser considerados como “democracias defectuosas” para convertirse, en esta edición anual del ranking, en “regímenes híbridos”. De forma que, en el Democracy Index 2021, tan sólo Canadá y Uruguay siguen siendo categorizadas como “democracias plenas”, un grupo que alberga a apenas 21 países —dentro de los 167 evaluados—.

A nivel global, se destaca que, menos de la mitad de la población mundial, vive en “democracias plenas” o “democracias defectuosas”: esto es, un 45.7 por ciento. No obstante, es importante hacer la acotación de que, apenas un año atrás (2020), este estudio registraba que el 49.4 por ciento de la población global vivía en alguna de estas dos categorías, es decir, 288.6 millones de personas dejaron de residir en un país con cierto grado democrático. Como quiera que sea, es importante señalar que, actualmente, apenas el 6.4 por ciento de la población en el Planeta habitan en una democracia considerada como “plena” —especialmente aquellos quienes pertenecen a los países nórdicos como escandinavos—. Finalmente, resulta inquietante que más de un tercio de la población en el Mundo, es decir, el 37.1 por ciento cohabita en un régimen que es considerado como “autoritario” —destacando el caso de China en este tenor—.

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