Imagen: Internet

 

El Tribunal de Justicia Administrativa del Estado de Jalisco (TJA), antes conocido como el TAE, ‘volvió a las andadas’. Y es que el martes pasado, la Sexta Sala Unitaria del TJA ordenó al Ayuntamiento de Zapopan abstenerse de emitir futuros actos de clausura o suspensión de las obras para la construcción de un fraccionamiento, SIN LICENCIA, en un terreno colindante con el Área Natural Protegida del Bosque El Nixticuil.

El despacho de este asunto recayó en una de las dos ‘suertudotas’ Salas -Mural dixit- de este Tribunal: la Sexta Sala Unitaria, presidida por el magistrado Alberto Barba Gómez. Por azares inexpugnables del destino, cuando no ocurre lo anterior, los otros casos que nulifican el derecho a la ciudad, pasan por la acomodaticia Cuarta Sala Unitaria del TJA, que preside otro experto en argucias, Armando García Estrada. Son ellos dos, precisamente, los que se ufanan de resolver sentencias injustas, eso sí muy “apegadas a derecho”.

Bien podría decirse que, el TJA, constituye el punto culmen del gran pacto pluripartidista de impunidad en Jalisco. Lo más inverosímil, e irónico del caso, es que este Tribunal forme parte del ‘Sistema Estatal Anticorrupción’ y además sea el órgano facultado para sancionar ‘las faltas administrativas graves’ de los servidores públicos (corruptos) y particulares (corruptores) vinculados con cualquier daño o perjuicio a la hacienda y el patrimonio público.

Además de ser francamente grotesca esta disposición, es también un elocuente ejemplo de la trágica equidistancia entre norma y normalidad. Vamos, ni el diseño institucional del TJA, como órgano constitucionalmente autónomo -por no pertenecer o estar adscrito al Poder Judicial-, ha auspiciado en él mejores prácticas. Son tan sólo autónomos e independientes, para corromper y atentar contra los intereses públicos de la ciudad.

De manera flagrante transgreden lo dispuesto en el artículo 127 constitucional, que señala que ningún servidor público podrá ganar más que el presidente, ni el gobernador. Los magistrados y los presidentes de Sala, actualmente ganan 154 mil 603 pesos mensuales, muy por encima del sueldo del presidente de la República, que establece un tope de 111 mil 990 pesos al mes. Pero ese ingreso es tan sólo la ‘punta del iceberg’ de una excesiva remuneración que perciben. En diciembre de 2019, -Mural publicó que los magistrados del TJA se “rayaron con un aguinaldazo”-autoasignado, desde luego- de 435 mil pesos-. ¡Ni Obama!

La reforma al Poder Judicial de Jalisco, promovida por la ‘Refundación’, también ‘les hizo lo que el viento a Juárez’. De forma que los mecanismos de rendición de cuentas, previstos para los impartidores de justicia del estado de Jalisco, no aplicarán para el TJA, toda vez que cinco de sus seis magistrados se han amparado en contra de ella a efectos de evadir las evaluaciones de control de confianza, que dispone la Constitución Estatal.

Todos los juicios políticos solicitados en su contra no han prosperado en la Comisión de Responsabilidades del Congreso Local. La UIF, a cargo de Santiago Nieto, aunque si bien les congeló las cuentas bancarias a Barba Gómez y García Estrada, por indicios de un patrimonio ¡inexplicable!, la sanción les duró tan sólo unos días porque obtuvieron… otro amparo._

Gabriel Torres Espinoza

@gabriel_torrese