De acuerdo con la ley respectiva, el SIAPA es el organismo operador de los servicios de “agua potable, drenaje, alcantarillado, tratamiento, reutilización, disposición de aguas residuales y manejo de aguas pluviales en el Área Metropolitana de Guadalajara”. No obstante, en cada una de las responsabilidades a su cargo, acusa omisiones que hacen engañoso el acceso al derecho humano del agua [en lo que va de 2021, el SIAPA se ostenta como el cuarto ente público con más quejas presentadas ante la CEDHJ]. Veamos:
Además de las 155 colonias del Área Metropolitana de Guadalajara (AMG), que se ajustarán al sistema de restricción del vital líquido cada 48 horas, según lo dispuesto por el SIAPA, existen otras 55 colonias en la metrópoli que, de manera recurrente, registran ‘tandeos’ inciertos e interminables -de hasta tres semanas- por “falta de infraestructura” en los municipios de Zapopan, Tlaquepaque y Tonalá, de acuerdo con el director del organismo intermunicipal.
Por otro lado, si bien es cierto, la gestión del recurso hídrico en la metrópoli, en principio, no representa una atribución legal del SIAPA, resulta igualmente cierta la responsabilidad directa que tiene con su escasez, toda vez que aproximadamente el 40% del agua se pierde en fugas en las redes de suministro (UNAM e IMCO). Asimismo, la potabilización del agua es, en estricto sentido, una quimera en el AMG, toda vez que el agua potable es, por definición (RAE: 2021), la “que se puede beber”, como sí acontece, por ejemplo, en EE.UU. Por esta razón, Jalisco es la segunda entidad federativa que acredita mayor consumo de agua embotellada, en el país que lidera este indicador a nivel mundial (BBC). De forma que, realmente, todos sus usuarios terminan por pagar cuantiosas cantidades en agua ‘purificada’ (así llamada para diferenciarla sinsentido de la potable), cuando esto tendría que ser innecesario. Siendo esto así, seguramente, tendríamos unas de las tarifas de agua por metro cúbico más caras del Mundo.
La calidad del agua que suministra el SIAPA, además de no ser potable, es incluso insalubre. El año pasado, fue emblemático el aspecto ‘chocolatoso’ y fétido del agua suministrada, justo en tiempos de pandemia. Según una investigación realizada por académicos de la Universidad de Guadalajara (UdeG), y asociaciones de colonos, el agua “potable” contenía, grosso modo, exceso de cloro, sustancias contaminantes y metales pesados, fuera de toda norma en la materia. Lo anterior, porque, en 2020, tan sólo el 45% del agua residual extraída por el SIAPA, desde el río Santiago, fue debidamente tratada. Conviene recordar que, de acuerdo con la ONU, el río Santiago es el afluente con los niveles de toxicidad más altos en el país.
¿Y en materia de alcantarillado, cómo vamos? Igual de mal. Actualmente, se registran 350 puntos de inundación en la urbe, lo que representa un crecimiento de 130 zonas más, respecto de lo registrado en 2010. Vamos, ni para cobrar son buenos… Actualmente, la cartera vencida del SIAPA asciende a poco más de 11 mil 670 millones de pesos, 2.5 veces más que el presupuesto que tiene proyectado para 2021. Si queremos atender la crisis del agua en Guadalajara, comencemos por revisar las terribles ineficiencias de SIAPA.