Frente a la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero y 13 gobernadores de testigos, Enrique Alfaro se comprometió a que en Jalisco, “no habrá perdón, ni olvido”. Así lo dijo cuando rindió protesta en el Congreso del Estado. Con ese tono firme que le caracteriza, señaló que “de una vez, para que quede claro, aquí no va a haber perdón ni olvido… Vamos a actuar sin miedo y con determinación”. Ya antes, como gobernador electo, precisó que “hay que recordar que la función de la impartición de justicia recae en el Poder Judicial, no en el gobernador del estado, pero el gobernador sí va a recaer la responsabilidad de armar los expedientes con toda solidez, de presentar las pruebas y de ir hasta las últimas consecuencias en los casos de corrupción”.

Resulta oportuno recordar lo anterior, ahora que el Ejecutivo estatal solicitó un crédito por cinco mil 250 millones de pesos, que entre otros proyectos incluye una carretera de 11 kilómetros a Chalacatepec, donde continúan los litigios entre ejidatarios y los desarrolladores turísticos, debido a la fraudulenta compra de terrenos, reportados a sobreprecio (4 veces su valor) para realizar un negocio en el que el IPEJAL quedaría como socio minoritario, a pesar de que aportó la totalidad del recurso que realmente les pagaron a los ejidatarios por metro cuadrado. Parece que se quiere reactivar el desarrollo calificado por el ex gobernador Emilio González Márquez, como el ‘Nuevo Cancún’. Un fraude impune, que es símbolo de la más grotesca corrupción, perpetuada además con el dinero que los trabajadores de Jalisco aportan para su pensión y jubilación.
Una estafa descomunal, que fue suscrita, aumentada y corregida por el gobierno priista anterior, y que ahora parece otra vez mantenerse, justamente, en ‘perdón y olvido’. PUBLICIDAD El mal oliente proyecto en Chalacatepec intenta resurgir, una vez más, a pesar de la rapacidad impune al fondo de pensiones que le dio origen: 89 millones de dólares desviados del Instituto de Pensiones del Estado de Jalisco para la compra a sobreprecio de un predio de mil 178 hectáreas [pagándose 13 dólares por metro cuadrado, cuando costó sólo 3.6 dólares]. El porcentaje de las acciones de IPEJAL en Chalacatepec pasaron del 48.5% (con el gobierno panista), al 24% (con el gobierno priista) en apenas un par de años. Cada vez menos acciones para IPEJAL, a costa de las aportaciones de los trabajadores, sin recuperar un peso (otra inversión rentable como la de Abengoa, de esos genios financieros que tiene el IPEJAL).
El nuevo proyecto para Chalacatepec prevé un modelo de desarrollo ¡a 99 años! Entonces, ¿hasta cuándo regresarán los 89 millones de dólares invertidos con dinero de los trabajadores y sus respectivas ganancias? Considérese que aún no inicia la construcción del proyecto pactado desde 2009, precisamente por el cúmulo de irregularidades que acusa. Además, con la Manifestación de Impacto Ambiental, se redujo a 13.7 por ciento el número de hectáreas a explotar. Cada gobierno corrupto que suscribe este atraco, suma nuevos ‘inversionistas’ (obvio, previa mochada). Inició la maroma entre IPEJAL y Rasaland, y desde septiembre de 2013 sumaron al negocio ‘al estilo Jalisco’, a los grupos Goldman Sachs y Texas Pacific Group, con lo que se redujo sustancialmente el porcentaje accionario y de utilidades para IPEJAL. Con la evidencia observada hasta ahora, se constata que la constitución de un “fideicomiso” (que por supuesto definen como “irrevocable”) entre iniciativa privada y gobierno, implica -de forma inequívoca- otro negocio ‘al estilo Jalisco: Villas Panamericanas, Iconia, Chalacatepec, etc… Esos en donde, obvio pierde la sociedad, mediante el despojo sínico de recursos y bienes públicos, para que ilegalmente se enriquezcan los siempre ‘arriesgados’ empresarios y funcionarios del moche.
IPEJAL se consolidó como una caja negra, imposible de fiscalizar, donde se disponen discrecionalmente cientos de millones sin ningún control, ni mecanismo de responsabilidad pública. Lo paradójico, para esos oficiosos que dicen alcanzar la ‘dignidad’ de la representación de la sociedad civil (autonombrados), es que a pesar de esto afirmen que en Jalisco, se trabaja para un… “gobierno abierto”. gabtorre@hotmail.com https://www.milenio.com/opinion/gabriel-torres-espinoza/columna-gabriel-torres-espinoza/en-chalacatepec-perdon-y-olvido