El gran juego del 6 de junio es precisar si el partido del presidente logra la mayoría en las cámaras y el riesgo que esto podría suponer en la democracia del país, discurso que la oposición no ha podido traducir en un lenguaje claro en su campaña, así lo expresó el maestro Gabriel Torres Espinoza, director de la Operadora del Sistema Universitario de Radio, Televisión y Cinematografía de la Universidad de Guadalajara.

En la charla “Perspectivas de las elecciones 2021”, organizado por el Consejo Ciudadano 100 por Jalisco, Gabriel Torres Espinoza refirió la importancia que tienen las encuestas en la antesala de un proceso electoral, sin embargo, no están hechas para medir el futuro y en ocasiones pueden no estar cercanas a la encuesta que más importa que es la del día de la elección.

“Las encuestas que se publican, absolutamente todas, son un estudio estadístico de aproximación a la realidad que miden el pasado inmediato de la fecha que se levantó la encuesta bajo una metodología con una muestra específica. Ninguna encuesta está diseñada para medir el futuro, no son estudios de prospectiva, son en todo caso estudios de retrospectiva estadísticamente válidos”.

Agregó: “Lo que sí marcan las encuestas son tendencias, cuando ves varias encuestas a través del tiempo y con ese comparativo puedes ponerlas en perspectiva sí puedes trazar si hay una tendencia a la alza o a la baja en el electorado. Un fenómeno interesante en este proceso electoral que no es inédito, es que suele ocurrir que hay un voto oculto que las encuestas no pueden medir, porque quien decide no decirle al encuestador el sentido de su voto por su derecho a la secrecía del voto, pues no se puede calcular ni estimar”.

Para más certeza, hay estudios de prospectiva que marcan un rumbo más definido de lo que pudiera suceder el día de la elección, no obstante, dichos estudios no se publican por la complejidad y costo en su contenido.

“Cuando vemos una encuesta y alguien aparentemente tiene ventaja, creemos que es lo que va a ocurrir el día de elección, podemos cometer un error. Todas las encuestas marcan un margen de error. Las encuestas no son censos, no le preguntan a todos los electores sino a una muestra determinada. Ninguna encuesta se elabora como un estudio de prospectiva, es interesante porque sí hay estudios de prospectiva, sí se puede hacer, son estudios más elaborados, completos y costosos, pocos o casi nadie elabora un estudio así y si lo elaboran no se publican”.

De acuerdo a las encuestas realizadas por diversas instituciones, la conformación del Congreso de la Unión tendría como fuerza principal por segundo periodo legislativo consecutivo a MORENA.

“MORENA podría hacerse aproximadamente de un 44 por ciento de la cámara, el PT de un 9 por ciento, MC un 2 por ciento, PRD de un 6 por ciento, el PRI de un 14 por ciento y el PAN de un 17 por ciento, es lo que marcan las encuestas. Si con estas tendencias que se registran en el pasado inmediato, podría ser de esa manera”.

Añadió: “Con estas tendencias, MORENA tendría una representación en la cámara prácticamente igual a lo obtenido en 2018, la diferencia de apenas 7 puntos porcentuales que podría bajar en su votación, esto se debe a que una vez constituida la cámara en 2018 algunos diputados migraron a MORENA, con ellos una mayoría artificial, superando la cláusula de sobrerrepresentación que establece la constitución”.

Además: “De reflejarse estas tendencias, las curules proyectadas para cada partido político podrían ser las siguientes, MORENA con 220 representaciones, el PAN podría obtener 83 diputaciones, el PRI con 69 en total, el Partido Verde podría llegar a 45 y así sucesivamente, que los demás son muy pequeños. Expuesto esto, la pregunta importante es cuáles podrían ser las coaliciones que se conformarán”.

AUTORITARISMO POR LA VÍA ELECTORAL

Si las cifras que marcan las tendencias se reflejan el día de la elección, MORENA tendría la mayoría en ambas cámaras, a lo cual el Torres Espinoza advierte el riesgo que esto puede representar para la democracia en el país, en el contexto de que algunos consideran al presidente López Obrador un personaje autoritario.

“Serían los votos de las personas refrendados por segunda ocasión, lo que le darían a un presidente claramente autoritario el poder necesario para poder hacer una regresión al autoritarismo con un aval democrático. Eso ocurre, las transiciones no solamente son para delante, desde los ochenta y hasta los noventa se habla en México de transitar a la democracia, puede ser que la democracia haya ocasionado tantos desencantos que el elector está saliendo o puede salir a dar un voto a un discurso, perfil y objetivo que vaya en contra de los mismos cimientos de la democracia mexicana”.

Subraya: “Me da la impresión que siendo el presidente un hombre que viene de la oposición, una vez instalado sí ha tenido algunas intenciones claramente manifiestas en sentido de zanjar la legitimidad de las instituciones democráticas que hemos construido. Pareciera un despropósito pensar en unas elecciones que sean organizadas por el gobierno, creo que eso de ninguna manera podría abonar a dar legitimidad al proceso electoral. Si el argumento es que las elecciones son costosas, es que las democracias son costosas”.

En este contexto, el también Director de Canal 44 aseveró que en las campañas la oposición no ha sabido comunicar el mensaje sobre los riesgos de una mayoría absoluta y la falta de contrapesos y por el contrario se han dedicado a compartir propuestas lejanas a la realidad de un legislador.

“Hay altísimos riesgos de democracia, derivados de aplastantes mayoría y carencia de oposición. Aunque existan los mejores controles constitucionales, estos frenos y contrapesos pueden ser anulados por completo por un poder ejecutivo que tenga una mayoría afín en el congreso, es el tema de preocupación para los mexicanos en suma. Es el tema que no se ha logrado explicar bien, veo las campañas del bloque opositor centrados en muchas cosas, pero no han podido traducir esto en un lenguaje claro del riesgo que se corre en el país de darle tres cuartas partes de las cámaras al partido del presidente, es sumamente delicado que debió haberse convertido en el centro de la campaña del bloque opositor, eso deberían explicarle a la gente no de cosas que no son competencia de un legislador”.

LA ELECCIÓN EN JALISCO

Por su parte, en el análisis de Gabriel Torres en la elección de Jalisco, en donde la atención se centra en los municipios de Guadalajara y Zapopan, ve una similitud entre los proyectos que compiten por ganar la contienda, con discursos de cambio de fondo liderados por figuras de peso en la coyuntura del país y el estado.

“En ambos casos hablamos de movimientos, de gobiernos que plantean la refundación o transformación con discursos fundacionales en cierta manera ambiciosos, en ambos casos a partidos ligados a figuras fuertes, en MORENA con Andrés Manuel López Obrador y Movimiento Ciudadano que no se puede medir en Jalisco sin la figura de Enrique Alfaro Ramírez. Hay similitudes entre los partidos y sus liderazgos”.

En la tendencia, Movimiento Ciudadano aventaja en Guadalajara y Zapopan, fenómeno que se da por Pablo Lemus, un personaje que hizo su capital político y popularidad a pesar del desgaste que genera el gobierno en turno del gobernador Enrique Alfaro.

“Pareciera que lleva una ventaja el partido Movimiento Ciudadano. El presidente en Jalisco tiene una aprobación del 55 por ciento y el gobernador tiene un nivel de reprobación del 53 por ciento. Entonces, si así están los porcentajes, Movimiento Ciudadano lleva delantera por un señor que construyó su capital político sobre la base de diferir con el gobernador, parte de la popularidad de Pablo Lemus es discrepar públicamente con Enrique Alfaro, es por eso que una parte del electorado que no quiere a Alfaro sí estaría dispuesto a votar a Lemus. Frangie y Lemus no son parte del Alfarismo, por eso hay un porcentaje de voto que teniendo expectativa de cambio podría votar por estos proyectos”, puntualizó.

La nota es de Conciencia Pública, también la puedes leer aquí.