El Consejero de la Judicatura, Iván Novia Cruz, fue sorprendido, videograbado y denunciado por el Director de Amparos de la Consejería Jurídica del Gobierno de Jalisco, Arturo Díaz Maldonado, por presionar a un juez (Juzgado Cuarto de lo Civil) para que resuelva a favor, de una familia que reclama una porción del ‘Bosque Los Colomos’, conocida como ‘Colomos III’. El Consejero de la Judicatura Iván Novia, fue grabado en video y acusado de que usa, incluso, ¡a su relatora! -pagada con recursos públicos- para dar seguimiento a un litigio privado, del que ¡él es apoderado! y que también aparece como abogado socio en la firma que lleva el caso.
El artículo 14 de la Ley Orgánica del Poder Judicial del Estado de Jalisco, prohíbe litigar a este tipo de funcionarios. Señala que “los magistrados, consejeros generales, jueces, secretarios, Oficial Mayor, directores, jefes de departamentos y notificadores, están IMPEDIDOS para desempeñar otro empleo, cargo o comisión de la Federación, del Estado o de los municipios, de organismos descentralizados o de particulares cuando se perciba sueldo; TAMPOCO PODRÁN EJERCER LIBREMENTE LA PROFESIÓN DE ABOGADO, ni patrocinar negocios judiciales por sí o por interpósita persona, ANTE LOS TRIBUNALES DE CUALQUIER FUERO”. Incluso, este mismo artículo señala la sanción aplicable, que es “la separación definitiva del infractor”.
La Judicatura debería ser un “órgano de administración CONFIABLE, transparente y de excelencia, que asegura medios y elementos de calidad en la impartición de justicia”… para garantizar la -nada menos que- ¡seguridad jurídica de los gobernados! En suma, UN ÓRGANO DE CONTROL PARA JUECES Y MAGISTRADOS. La independencia del Poder Judicial se diluye cada vez que al renovarse estos cargos se privilegian las complicidades y los sobornos, sobre los méritos, la trayectoria y la reputación. El caso de Novia demuestra que el reparto de ‘cuates y cuotas’ provoca esta conducta deshonesta, por la que el Poder Judicial recibe un amplio -y bien ganado- desprestigio. Justo por eso padecemos consejeros, jueces y magistrados impresentables, con antecedentes penales, que no saben escribir, abogados sin trayectoria, ni carrera. Estafadores dispuestos a recuperar su ‘inversión’ torciendo la ley para favorecer delincuentes y corruptos (eso que es bien sabido pagan a legisladores).
Desde 2017, varias asociaciones, colectivos, organizaciones y la Procuraduría Social del Estado, entregaron ante el Poder Judicial Federal un amparo colectivo en defensa del Bosque Los Colomos. Se reunieron ¡22 mil firmas de ciudadanos indignados! por la sistemática invasión de esa área natural protegida. Durante al menos 70 años, este espacio natural, pulmón de la ciudad, ha sido objetivo de empresarios y jueces corruptos, así como de gobernantes cómplices, para hacer negocios “al estilo Jalisco”. Precisamente la misma embestida que amenaza hoy a las costas en Chalacatepec con el ‘Nuevo Cancún’, al Bajío con las Villas Panamericanas, al Bosque La Primavera con las represas, al bosque El Nixticuil con nuevos fraccionamientos. Incluso, el escandaloso mega fraude de Iconia, precisamente donde debería ser ¡un parque de Guadalajara!, para disfrute de los vecinos en Huentitán.
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