El Instituto de Pensiones y Jubilaciones del Estado de Jalisco (IPEJAL) mantiene activos, al menos, ocho fondos a los que aportó recursos económicos o terrenos. Para el proyecto de Chalacatepec se erogaron 88 millones 950 mil dólares y para el nuevo negocio ‘al estilo Jalisco’, llamado centro de retiro de Santa Cruz de la Soledad, se destinaron hasta ahora, 217 millones, pero se entregarán un total 390 millones de pesos del dinero que aportan los trabajadores para su pensión y jubilación.
Otros proyectos inmobiliarios en los que IPEJAL se ha involucrado como financiador son el fraccionamiento Los Portales, en Tlaquepaque; La Toscana, Altaria Bosque Residencial y un proyecto para urbanizar parte de la ex hacienda La Mora, en Zapopan; Sendero de Luna, en Puerto Vallarta; así como un conjunto de viviendas y comercios edificado por la constructora Xamix, en Guadalajara.
Todo este descontrol deriva de que, en 2009, se modificó la Ley de Pensiones para permitir que el Poder Ejecutivo disponga de poder absoluto sobre el dinero de las aportaciones que los trabajadores realizan para su pensión y jubilación. Para lograr que el Instituto de Pensiones del Estado de Jalisco fuese un fondo discrecional del gobernador en turno, Emilio González promovió una reforma en el Congreso. Ahora, sin mayor control que un Consejo Directivo integrado a modo, se usa arbitrariamente el dinero que los trabajadores aportan para su pensión y jubilación, en una cantidad de operaciones que exhalan un franco olor a fraude. Se han “invertido 2 mil 280 millones de pesos en proyectos fallidos con la empresa española Abengoa (604 millones), la Villa Panamericana y Chalacatepec”.
El IPEJAL y Santa Cruz Inmobiliaria de Chapala firmaron ooootro fideicomiso. El primer predio a desarrollar son 53.7 hectáreas de dos fracciones de las comunidades de Santa Cruz de la Soledad y San Nicolás de Ibarra. El compromiso de IPEJAL es aportar hasta 28.8 millones de dólares y se asocia nuevamente con ‘suertudotes’ para realizar otro negocio, ‘al estilo Jalisco’.
El presidente de la Federación General de Trabajadores del Estado y sus Municipios, Cuauhtémoc Peña Cortés, en 2016, documentó la ejecución de 390 millones de pesos del fondo para financiar un desarrollo inmobiliario en el ejido Santa Cruz de la Soledad, en Chapala. El dirigente sindical destacó que recién han documentado la existencia de un fideicomiso “con la misma forma de operar que en Chalacatepec; pareciera que existe colusión de funcionarios para defraudar trabajadores usando la Ley del Instituto de Pensiones […] igual que en el caso de Chalacatepec, la dirección de Asuntos Agrarios del gobierno del estado ha intervenido para imponer comisariados ejidales afines que entreguen las tierras de uso común de los ejidos a particulares, quienes a su vez las incorporan a fideicomisos usando la fuerza pública del estado para amedrentar a quienes se resisten”.
Ya es tiempo que el Congreso tome cartas en el asunto. Resulta evidente que el IPEJAL se encuentra hoy absolutamente fuera de control y mecanismos de fiscalización. Se convirtió, con ‘arcas abiertas’, como el principal financiador de los más grandes fraudes cometidos con el dinero que aportan los trabajadores al servicio de Jalisco.
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