La reserva técnica del Ipejal se encuentra en evidente crisis, debido a los malos manejos de sus directivos. Veamos. Mientras que la reserva técnica del Ipejal registró un crecimiento anual promedio de 10.02% durante el periodo de 2007 a 2014; para el periodo comprendido, de 2015 a 2021, este crecimiento anual promedio apenas llegó al 5.9%. Un 41.1% menos. De forma que queda evidencia que la caótica situación financiera que se ha registrado en el Instituto de Pensiones, precisamente en los últimos años.

Como ya lo han consignado diversos medios de comunicación, los préstamos que ofrece el Ipejal a sus afilados son cada vez más caros, en razón de sus altísimas tasas de interés, las cuales superan, por mucho, a las que ofertan los mismísimos bancos comerciales. Por esta razón es que sus afiliados, beneficiarios y pensionados acuden con mucho menor recurrencia al Instituto para pedir algún tipo de préstamo —lo que, desde luego, se ve reflejado en el monto total de la reserva técnica del Ipejal—. Así es como mientras, en 2012, los réditos resultantes de los “préstamos” hechos por el Instituto a los burócratas al servicio del Estado representaron el 47% de su reserva técnica; para 2021, éstos representaron apenas el 33.3% de sus ingresos. Es decir, en apenas nueve años, los “préstamos” dejaron de captar el 13.7% del monto total de la reserva técnica del Ipejal. Lo anterior, a contraluz de las perniciosas prácticas del Ipejal que, en la última década, ha pasado a convertirse en el conveniente prestamista para la construcción de obra pública, además a todas luces cuestionable, a cargo del Gobierno del Estado de Jalisco, como aconteció con la construcción de las Villas Panamericanas (a la que, por cierto, los bancos se negaron a prestar el dinero correspondiente para su construcción por considerarla una obra de “alto riesgo”); y como, actualmente, ocurre con la Ciudad Judicial Laboral. Una obra que corresponde al gobierno, pero que se fincará con dinero del fondo de pensiones de los trabajadores.

Respecto de su reserva técnica, habría que decir que situación similar acreditan los réditos que dejan los “bienes inmuebles” del Ipejal que, a pesar de que cada año resulta más abultado su número, representan, a su vez, cada vez menos ganancias para este organismo público descentralizado —que termina por parecer más un Instituto Inmobiliario, de Obra Pública y de Inversiones Fallidas del Estado de Jalisco, que el instituto de pensiones para los burócratas al servicio del Estado—. De modo que, mientras en 2014, estos representaban el 15% de la reserva técnica del Ipejal; en 2021, pasaron a representar tan sólo el 10.6% de ella, para registrar un decremento del 29% en apenas ocho años.

Peor aún resultaron los ‘saldos rojos’ del Ipejal de noviembre a diciembre de 2021, esto es, en apenas un mes de diferencia. De esta manera, mientras que, en noviembre de 2021, el monto al que ascendía la reserva técnica del Ipejal fue de 42 mil 603 millones de pesos; para diciembre de 2021, ésta descendió a los 41 mil 280 millones de pesos. Es decir, en apenas un mes, la reserva técnica del Ipejal registró ¡una pérdida de mil 323 millones de pesos! Así las cosas, el Ipejal se perfila a ser un enorme problema financiera, alentado este sexenio, que estallará en el siguiente.Básicamente por loslas inversiones fallidas de sus directivos y el fracaso de su política financiera. Esto, porque durante este mismo periodo, el decremento mayor se registró en los títulos y valores, en razón de la estrategia malograda de inversión, dado que se tuvo una irresponsable inversión de más de mil millones de pesos en “mandatos” en GBM casa de bolsa.

A ello, agréguese que el déficit actuarial del Ipejal, al día de hoy, ¡asciende a los 260 mil millones de pesos!, cuando apenas hace tres años el monto de dicho déficit era de 57 mil millones de pesos. A efectos de dimensionar lo anterior, conviene destacar que el actual déficit actuarial del Ipejal es prácticamente dos veces mayor que todo el Presupuesto de Egresos del Estado de Jalisco 2022.

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