Los medios de comunicación parecen abonar muy poco a contrarrestar el fenómeno del ‘hiperpresidencialismo’. Esto es, a la excesiva concentración del poder político tanto en el Ejecutivo Federal como en el Ejecutivo Local. Del mismo modo, resulta parcialmente cierto que esta nociva realidad derive únicamente del régimen (diseño institucional) y del sistema (prácticas recurrentes y vigentes).

La cobertura mediática de las candidaturas, en este proceso electoral, está concentrada, de manera exacerbada, en quienes compiten a la alcaldía de un municipio -especialmente metropolitano- para el caso de Jalisco; y entre los candidatos a gobernador, en la elección federal. Ello en detrimento, no sólo de la cobertura a candidatos a diputaciones locales y federales, sino en perjuicio del control democrático del poder, es decir, del control más importante, en el contexto de una elección intermedia, cuando todos los demás controles han fallado: el del electorado, a través del sufragio, a efectos de impedir una avasalladora mayoría legislativa afín a un gobernante.

De forma que resulta irónico que la ‘comunicocracia’ se ‘rasgue las vestiduras’ del control político-partidario del presidente y los gobernadores, en el Poder Legislativo, y, a su vez, deje de observar la vital importancia que reviste una mayor cobertura mediática, plural y robusta, entre quienes aspiran a tener una diputación en la próxima Legislatura Estatal y Federal. Al Presidente de la República, el espacio de representación política que más le interesa es la mayoría de la Cámara de Diputados -no las Gubernaturas-, por razones obvias. Mientras que a un gobernador, lo que más le reporta es asegurar una mayoría afín en el Congreso del Local -no ganar ayuntamientos-. De modo que, para ambos, la gobernabilidad se juega en el Legislativo, y no en los Ayuntamientos (aunque sean capitales) o en las Gubernaturas.

De acuerdo con el ‘Monitoreo de radio y televisión del proceso electoral concurrente 2020-2021 de Jalisco’, elaborado por la Universidad de Guadalajara, y publicado el 23 de abril por el IEPCEJ, los candidatos a alcaldes registraron, del 4 al 17 de abril, dos mil 943 minutos en medios radiofónicos y audiovisuales. No obstante, los candidatos a diputados locales apenas alcanzaron los 430 minutos. Es decir, una desproporción que es ¡casi 7 veces menor! Pero esta grotesca discrepancia no advierte ningún sustento lógico, toda vez que, en el mejor de los casos, el alcalde del municipio más poblado de Jalisco (Zapopan), habrá de gobernar a apenas un millón 476 mil habitantes, mientras que un solo diputado habrá de representar a poco más de ocho millones 348 mil habitantes. El contraste entre la población gobernada de ambos cargos, es casi seis veces mayor. El mundo al revés.

Ahora bien, la relevancia de la congresista demócrata, Nancy Pelosi, la mujer que inició los dos procesos de impeachment en contra del ex presidente Trump, no podría entenderse sin la amplia cobertura mediática que recibió, que jugó un ‘peso específico’ en la no reelección del presidente republicano. Por esta razón, la democratización del sistema presidencial, pasa forzosamente por la consolidación del Legislativo, y este, a su vez, por una amplia cobertura de su trabajo en los medios de comunicación.