El Gobernador de Jalisco encabezó una rueda de prensa para dar a conocer los resultados de la auditoría a Pensiones del Estado. Se habló del “desfalco” de aproximadamente ¡dos mil millones de pesos! por las fallidas inversiones en las empresas Abengoa [en 2015] y Transporte Marítimo Mexicano [2011, 2012 y 2016], exclusivamente ¿Y todo lo demás?
Son muchos más los fraudes cometidos que siguen relegados de la ‘selectiva’ investigación anunciada, y que continúan impunes. Comenzó en 2009, en el sexenio de Emilio González, cuando se destinaron 89 millones de dólares en el proyecto fallido de Chalacatepec, después de que se modificara, a modo, la Ley de Pensiones para permitir que un grupo opaco [llamados ‘expertos financieros’] dispusiera de ‘poder absoluto’ sobre las aportaciones que los trabajadores realizan para su pensión y jubilación. En el historial de atracos está el fraude de 340 millones de pesos destinados a las Villas Panamericanas y la inversión en el centro de retiro de Santa Cruz de la Soledad, para el que se destinaron 390 millones de pesos (el cerro del ‘Junco’ y ‘El Cántaro’). También, la deliberada y fraudulenta participación de Ipejal en siete fideicomisos: GVA Desarrollos Integrales; Amadeus de Occidente; Santa Cruz Inmobiliaria; GVA Virgo; Trazo S.R.L.; Constructora y Urbanizadora Jones y Asociados; y Actur S.A.P.I.
Lo positivo es que, por primera vez, se reconoce la responsabilidad de un Comité de Inversiones, que, en efecto, ha llevado a la ‘quiebra’ a Ipejal. Esos mismos que NO siguieron las políticas de inversión y que convenientemente pasaron por alto los indicadores de riesgo para apuntalar inversiones fraudulentas, que hoy colocan en riesgo el derecho de quienes aportaron para su jubilación. En ese Comité de Inversiones ha sorteando tres alternancias político-partidarias un ‘asesor financiero’, contratado por Ipejal de octubre a diciembre de 2010; de enero a diciembre de 2011; de enero a diciembre de 2012; de enero a febrero de 2013; de enero a diciembre de 2014; de enero a diciembre de 2015; de enero a diciembre de 2016; de enero de 2017 a diciembre de 2018; de mayo de 2019 a mayo de 2020; y de mayo de 2020 a mayo de 2021. Como consta en diversos contratos. Se trata de Juan Jaime Petersen Farah.
Lo que ocurre es que en el Ipejal se aporta dinero, mediante soborno, para negocios ‘al estilo Jalisco’. Pero nadie se asegura de la viabilidad de nada, ni del retorno de la ‘inversión’ de altísimo riesgo en negocios fraudulentos, para beneficio de un pequeño círculo de ‘empresarios’, en contubernio con gobiernos corruptos de cualquier partido. La moraleja es que, si requiere de capital en Jalisco para un negocio ilegal -tipo Villas Panamericanas- sin arriesgar su propio dinero, pero con seguras ganancias, busque un ‘coyote’ con influencia en el comité de inversiones del Ipejal. Así logrará que le aporten capital o terrenos, al plazo que a Usted le dé la gana. Podrá también conseguir que se reciban terrenos a sobre precio como parte de la asociación con Pensiones de Jalisco (caso Chalacatepec). Eso sí, hay que entregar algunos sobornos (o se los hace socios) para que prospere la ‘maroma’, y no sea observado, nunca, por alguna autoridad fiscalizadora o el indolente ‘Sistema Anticorrupción’.
Mi columna también la puedes encontrar en Milenio, Jalisco.