El estudio actuarial del Fondo de Pensiones, del Instituto de Pensiones del Estado de Jalisco (IPEJAL), realizado por “Valuaciones Actuariales del Norte”, con corte al 31 de diciembre de 2023, arroja resultados que lejos de ser tranquilizadores, evidencian una preocupante insuficiencia financiera proyectada a mediano plazo. Bajo un enfoque técnico, se advierte que el periodo de suficiencia del fondo se limita al año 2036, revelando un horizonte alarmante para un sistema de pensiones que sostiene a miles de trabajadores y pensionados en la entidad.
Este análisis no solo deja de relieve el tamaño estructural del problema, sino que también plantea serias interrogantes sobre las inversiones fallidas, el uso irresponsable del dinero de los trabajadores para proyectos que han resultado ser enormes ‘elefantes blancos’, donde se ha dilapidado deliberadamente buena parte de las aportaciones de los trabajadores.
La relación entre trabajadores activos y pensionados es, en apariencia, favorable con 2.7 cotizantes por cada jubilado; sin embargo, esta proporción se desdibuja al observar que el 26.8% de los afiliados (48,203 pensionados) consume el 28.2% de la nómina total. Los pensionados ganan en promedio 1,346.38 pesos más al mes que los trabajadores activos, una disparidad que refleja un diseño financiero desbalanceado, acentuado por el hecho de que 7,953 trabajadores activos ya tienen derecho adquirido a pensión, lo que aumentará significativamente las presiones sobre el fondo en el corto plazo.
El cálculo actuarial indica que la prima media general necesaria para equilibrar el sistema debería ser de 50.31%, mientras que actualmente es del 32%, una cifra insuficiente que amplía el déficit actuarial a 301,498 millones de pesos. Este desequilibrio no solo compromete el futuro del Instituto, sino que también deja en claro que las medidas correctivas deben ser inmediatas. Sin embargo, los escenarios presentados por el estudio, con tasas de rendimiento del 2% y 3%, muestran que incluso con ajustes conservadores, el fondo enfrenta un destino de ‘descapitalización inevitable’, si no se toman decisiones de ‘gran calado’.
La composición de la reserva financiera de IPEJAL también refleja vulnerabilidades. Aunque se dispone de 67,695 millones de pesos, el 41.4% está inmovilizado en bienes raíces (¡!), una estrategia que, si bien protege contra la inflación, limita la liquidez necesaria para afrontar compromisos inmediatos. Las inversiones en mercados financieros, que representan el 35% de las reservas, no garantizan rendimientos suficientes en un contexto económico volátil, mientras que los préstamos a corto, mediano y largo plazo comprometen recursos, sin ofrecer soluciones contundentes al déficit estructural.
El estudio advierte que los egresos por pensiones seguirán creciendo a niveles económicamente insostenibles, situando en peligro no solo la seguridad económica de los jubilados, sino también la viabilidad de las instituciones públicas que sostienen el sistema. Es inquietante que el “estudio” no se haya integrado en el paquete económico enviado al Congreso del Estado, por el actual director del IPEJAL, Juan Partida Morales. La falta de transparencia y la ausencia de una estrategia pública agravan la percepción de riesgo, y evidencian una gestión institucional que parece más interesada en postergar la crisis, que en resolverla.
Las recomendaciones planteadas por el estudio incluyen la transición hacia un sistema de cuentas individuales, un esquema que transfiere el riesgo al trabajador y acentúa la desigualdad intergeneracional. Además, sugiere incrementar las aportaciones de los pensionados actuales y reformar los derechos adquiridos, medidas que son políticamente complejas y que enfrentarían resistencia de los sectores afectados. La propuesta de elevar las cotizaciones hasta el 50% para equilibrar ingresos y egresos, subraya la magnitud del problema, aunque también deja en tela de juicio la capacidad de las entidades públicas y los trabajadores de soportar cargas económicas adicionales, en un contexto ya de por sí desfavorable.
Es momento de deslindar responsabilidades, asumir decisiones difíciles, con visión de largo plazo y responsabilidad institucional, antes de que la seguridad social en Jalisco, colapse.
https://www.milenio.com/opinion/gabriel-torres-espinoza/con-pies-de-plomo/pensiones-sin-fondo