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El argentino, ex miembro de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, Dr. Eugenio Raúl Zaffaroni, apunta que, “es una aspiración de todo estado de derecho lograr que sus instituciones sean lo suficientemente eficientes, que NO sea necesario acudir a vías no institucionales -como la protesta- para poder satisfacer a sus reclamos”. El Dr. Rodrigo Borja, sostiene que el derecho a la protesta, “forma parte de los presupuestos de la organización política contemporánea y del conjunto de los derechos humanos”. De ahí, la “Marea Rosa” o el #8M, por ejemplo.

Existe evidencia pública del PREP más deficiente de la historia de Jalisco, bolsas de basura que trasladaron votos, violando la ‘Cadena de Custodia’ prevista en la ley. Una capacitación electoral deficiente y material electoral insuficiente, entre otras irregularidades. Ganadores declarados antes de tiempo, por ventajas porcentuales alejadas de la verdad. Errores, anomalías y farsas, disminuyen la certeza y conducen a la protesta.

Simpatizantes de Morena se dieron cita en las comisiones distritales electorales para protestar. Mediante un comunicado oficial, el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana -IEPC- denunció que “se encuentran personas manifestándose y en algunas de ellas, se verifica la presencia de personas ‘armadas’ que dicen pertenecer a un partido político”. De ahí se inició una estigmatización pública, denunciando una ‘violencia’ que no se acreditó, pues no existe un solo parte médico de lesiones. Tampoco se pudieron comprobar las ‘armas’ que supuestamente amenazaban el trabajo de las autoridades. Resulta sustancial diferenciar entre una protesta, y los actos de auténtica violencia criminal que, -por cierto, suceden todos los días- comúnmente minimizados o ignorados.

Ayer, Pablo Lemus recibió la Constancia, porque tiene mayoría en el conteo de votos. Con ello avanzó una etapa del proceso electoral. Cierto, convulsa debido a Instituto Electoral -IEPC- que no asume un solo error o irregularidad y, que se convirtió indebidamente (por enfrentamiento) en la contraparte política de una coalición de partidos, ‘enrareciendo’ el proceso (ellos sí) y lastimando la legitimidad de la elección. Será el momento, ahora, de probar las denuncias… en los tribunales electorales.
https://www.milenio.com/opinion/gabriel-torres-espinoza/con-pies-de-plomo/protesta-es-violencia