En el estudio “Se busca vivienda en alquiler”, se detalla que los asentamientos irregulares externalizan un patrón de segregación de población en situación de pobreza, lo que impide la movilidad social e impacta directamente en el desarrollo humano.
Los asentamientos humanos irregulares surgen del aprovechamiento y la falta del control del territorio municipal, que por lo general va ligado con el bajo precio del suelo.
El crecimiento urbano exponencial del Área Metropolitana de Guadalajara (AMG), ha provocado la fragmentación de ecosistemas, una intensificación del cambio de uso de suelo de agrícola a urbano, y con ello, una pérdida en la calidad ambiental y productiva.
De acuerdo con el estudio “Caracterización social y de entorno urbano en asentamientos irregulares en situación de pobreza en el área metropolitana de Guadalajara”, se estima que el 24% de los habitantes del AMG, viven en asentamiento irregular.
Lo que corresponde a un millón 248 mil 642 habitantes. Existen 19 mil 474 hectáreas de superficie con algún conflicto en la tenencia del suelo. El 78.5% del total de los asentamientos se concentra en tres municipios: en Zapopan con 35.5%, Tonalá con 22.4%, y Tlaquepaque con 20.6%. El 56.7% de los asentamientos irregulares en el AMG, se conformaron entre 1980 a 1999. La oportunidad de acceder a un lote propio es la principal razón que lleva a mudarse a un asentamiento irregular.
Además de su carácter anómalo, otra de las dificultades son los escasos o nulos servicios que recibe este 24% de la población. Solo el 37.4% de los asentamientos tiene acceso a agua potable entubada en la totalidad de las calles, el 23.4% no cuenta con agua potable, el 25.2% del total de los asentamientos no cuenta con el servicio de drenaje. El servicio de energía eléctrica regular con medidor se encuentra disponible en el 80.4% de estos asentamientos. Solo el 17.7% de los asentamientos irregulares cuenta con algún parque o espacio recreativo al interior de los mismos.
El 96.3% de los asentamientos no cuenta con un mercado dentro del asentamiento. El 67.3% de los habitantes identifican al autobús urbano como principal medio de transporte, seguido por el mototaxi (ilegal) disponible en el 47.7% de estos lugares. En el 11.2% de los asentamientos no se cuenta con medio de transporte público, situación que los posiciona en desventaja para acceder a la ciudad y a los servicios que ésta provee.
El 75.7% de los asentamientos no cuenta con ningún tipo de recubrimiento en sus calles. El 20.6% tiene calles empedradas, un 1.9% tiene empedrado ahogado en cemento y el restante 1.9% tienen adoquín, concreto o asfalto. La policía municipal no brinda una sensación de seguridad para el 72.9% de los habitantes de estos lugares.
En el 65.4% de los asentamientos irregulares referidos, se señala que se ha realizado algún tipo de acción orientada a la regularización. En el 45.7% de los casos se realizó algún tipo de pago para ello (al margen de la ley), mismo que apuntan, fue entregado a alguna autoridad municipal (en un 40.6% de los casos).
La regularización de estos asentamientos humanos puede ser un primer paso para mejorar la calidad de vida de este 24% de la población, garantizando el acceso mínimo a condiciones dignas de vida.
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