De acuerdo a una solicitud de información que se hizo a la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial del Gobierno de Jalisco; de los 125 municipios, solo 33 cuentan con Programa Municipal de Desarrollo Urbano y once están en proceso de elaborarlo. Únicamente 69 cuentan con Plan de Desarrollo de Centro de Población. El problema es que esto ocurre en lugares que, por su aparente lejanía, quedan poco visibles para la sociedad civil organizada, que es capaz de provocar, a través de la exigencia social, la acción gubernamental. Valga aquí destacar que esa incapacidad técnica, estructural y presupuestal, y de voluntad política, por parte de los municipios, se fortalece cuando la autoridad estatal es omisa en la promoción y búsqueda del cumplimiento de las atribuciones supletorias que la ley le concede.
El pasado mes de junio el Congreso del Estado de Jalisco emitió un acuerdo legislativo mediante el que se elabora un exhorto a los 125 municipios de nuestra entidad federativa, a la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial para que establezca convenios de colaboración con los ayuntamientos y, en específico, al Gobierno de Jalisco (para que ejecute previsiones presupuestales a través de la Secretaría de la Hacienda Pública) con el objetivo de que desarrollen acciones para lograr la elaboración o actualización de los Programas Municipales de Desarrollo Urbano y del Plan de Desarrollo Urbano de Centro de Población de la localidad principal o cabecera municipal.
También se contempló solicitar a la Universidad de Guadalajara establecer convenios con los 125 municipios jaliscienses para que estudiantes de las licenciaturas en urbanismo y medio ambiente, y arquitectura, brinden el apoyo técnico en la materia de desarrollo urbano que es, adviértase, competencia principalmente tanto del orden municipal como del orden estatal de gobierno.
De acuerdo con el Instituto Metropolitano de Planeación, el Imeplan, más de un millón 264 mil personas habitan en asentamientos irregulares en la ZMG. De acuerdo con el informe “Caracterización Social y de Entorno Urbano en Asentamientos Irregulares de Pobreza en el Área Metropolitana de Guadalajara” el 78.5% de los asentamientos convergen en los municipios de Zapopan con 35.5%, Tonalá 22.4% y Tlaquepaque con el 20.6%. El Inegi detalla, incluso, que 17 mil 639 de estos asentamientos se ubican en zonas de riesgo, con 360 mil lotes o terrenos y una población de un millón 309 mil 733 habitantes”. De los 100 municipios con más lotes ubicados en asentamientos irregulares en México, precisamente diez están ubicados en Jalisco: Puerto Vallarta, en el lugar 15 con 15,564 lotes; Zapopan, en el lugar 29, con 5,982 lotes; Tlaquepaque, en el lugar 31, con 5,180 lotes; Autlán, en el lugar 37, con 4,425, lotes; Guadalajara, en el lugar 40, con 3,650 lotes; Sayula, en el lugar 46, con 3,000 lotes; Ameca, en el lugar 74, con 1,415 lotes; Jalostotitlán, en el lugar 80, con 1,127 lotes; Tuxpan, en el lugar 82, con 1,077 lotes; y Ahualulco, que ocupa el lugar 91, con 865 propiedades con problemas de tenencia de la tierra.
La omisión en la planeación urbana exacerba la desigualdad social. Las áreas urbanas con desarrollo inmobiliario no planificado carecen de infraestructura básica y servicios, lo que afecta a comunidades de bajos ingresos. Las redes de agua, alcantarillado, electricidad y comunicaciones no están diseñadas para soportar la rápida expansión inmobiliaria; además, aumentan los precios de la vivienda, excluyendo a diferentes segmentos de la población para acceder a una morada digna.
La ausencia de una adecuada planeación urbana y el desarrollo inmobiliario no planificado, son problemas complejos que afectan a Jalisco. Los gobiernos y las autoridades locales desempeñan un papel concluyente en la creación y ejecución de políticas (públicas, obvio) que promuevan un crecimiento urbano sostenible y equitativo. La planificación urbana adecuada puede ayudar a mitigar la congestión vehicular, mejorar la calidad de vida de los residentes, preservar el medio ambiente y reducir las desigualdades sociales. Es de suma importancia atender y resarcir estos vacíos para construir municipios más habitables, eficientes y resilientes en el futuro.