En días pasados, se solicitó al Consejo de Participación Ciudadana y al Instituto Electoral y de Participación Ciudadana del Estado de Jalisco -IEPCEJ- ajustar las fechas de inicio de la consulta ciudadana -sobre el pacto fiscal que promueve el Gobernador Enrique Alfaro-, hasta que concluya la discusión y aprobación del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2022, con el objetivo de tener un espacio más amplio de discusión y deliberación con los jaliscienses. Para la realización de esta consulta, el IEPCEJ autorizó un presupuesto de 22.5 millones de pesos. En ese monto se incluye la contratación de 400 personas que estarán a cargo de las 100 urnas electrónicas que se utilizarán.

¡En la votación podrán participar los niños ¡desde los 7 años de edad! Este ejercicio se realizaría durante cuatro fines de semana consecutivos. De forma que la votación comenzará el sábado 20 y domingo 21 de noviembre [regiones de Altos Sur, Altos Norte, Ciénega y Sureste], para seguir el fin de semana del 27 y 28 de noviembre [región Sur, Lagunas, Sierra de Amula y Valles], así como los días 4 y 5 de diciembre [región Costa Sierra, Centro, Norte y Costa Sur] y 11 y 12 de diciembre [Área Metropolitana de Guadalajara].

Para que sea vinculante, se requiere que participe 33% del total de habitantes de Jalisco, según el Censo 2020 realizado por el INEGI, y que la mitad más uno se pronuncie en el mismo sentido. La pregunta aprobada que se hará a los jaliscienses con motivo de la consulta es la siguiente: “¿Estás de acuerdo en que cada seis años se revisen los términos de la coordinación fiscal y la manera en que la federación distribuye los impuestos para que se decida si Jalisco se mantiene o se sale del pacto fiscal?. Nadie en su sano juicio, estaría en contra de discutir el Pacto Fiscal, toda vez que la Ley de Coordinación Fiscal vigente data de 1978 —que no es más que la reglamentación casuística del Pacto Fiscal Mexicano—. En lo fundamental, esta ley, no ha recibido reformas importantes; mientras que en nimiedades ha sido sujeta de apenas 16 decretos de reforma en sus 43 años de vida.

Lo cierto es que, en nuestro país, las fórmulas de distribución en la recaudación de los impuestos, esto es, la discusión del federalismo fiscal, deben darse en el seno de una ‘Convención Nacional’ (que no se realiza desde 2004). Tan importante es discutir el Federalismo Fiscal —que alude a quién corresponde cobrar ciertos ingresos tributarios del Estado Mexicano— como el Federalismo Hacendario —que implica cómo y en qué deben ‘gastarse’ los recursos públicos—, y el Federalismo Competencial —referente a las relaciones, atribuciones y competencias entre poderes y órdenes de gobierno—.

Debe advertirse que, en el contexto de un Estado con sistema de organización política federal, impera el principio de ‘solidaridad’ [valor conjunto y ayuda mutua] y no el principio de ‘ordinalidad’ [en el que cada orden de gobierno recibe una justa distribución de recursos]. Lo anterior, porque estados con mayores indicadores de pobreza, no tendrían incentivos para formar parte de una Federación: el incentivo para permanecer dentro de ella, es un trato fiscal benéfico, que les dé más de lo que aportan.

Empero, se trata de una discusión que está empezando a tomar fuerza en países federales de todo el Orbe. No obstante, los movimientos que tensan su relación con un gobierno central, en el Mundo, fundan, motivan y argumentan sus discrepancias en razón de la riqueza y los recursos con los que contribuyen tanto al país, como al gobierno central o federal en su presupuesto, en contraparte de los recursos que reciben, efectivamente. Algunos casos elocuentes son California, Cataluña, Quebec.

No obstante, la pregunta es sumamente ambigua

Es decir, es a todas luces evidente el embrollo de su redacción. Veamos: existen TRES PREGUNTAS, cada una como variable independiente, dentro de una misma pregunta. De forma que se pregunta a) si se debe revisar cada seis años el Pacto Fiscal en Jalisco; b) si se está de acuerdo en la manera en que la federación distribuye los impuestos; y, c), finalmente, si Jalisco se mantiene o se sale del Pacto Fiscal. Perfectamente se puede estar de acuerdo en el primer supuesto, pero en desacuerdo en los segundos dos, por mencionar tan sólo un ejemplo.

Que niños de apenas siete años, discutan un asunto sumamente técnico, plasmado en un galimatías de pregunta, resulta igualmente absurdo. Además, es una franca simulación: de acuerdo con la Ley de Coordinación Fiscal (art. 10) las entidades federativas, por resolución en mayoría relativa en la Legislatura Local, podrán dar por terminado el convenio de adhesión al Sistema Nacional de Coordinación Fiscal. Es decir, no se necesita una consulta para salirse del Pacto Fiscal. En todo caso, se entiende que la intención es legitimar una postura de recorte presupuestal ante la Federación: que dicho sea de paso no son precisamente “recortes” (ningún ente público, poder o ámbito de gobierno puede recibir menos presupuesto que el año anterior), sino la exigencia de un crecimiento presupuestal que malamente no se encuentra acorde al crecimiento inflacionario. De forma que lo que se demanda es esa paridad entre el crecimiento presupuestal y el crecimiento inflacionario.

Mi columna también la puedes encontrar aquí, en El Respetable.