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El Proceso Electoral 2024 en México se perfila como un suceso histórico por su magnitud, volumen y polarización del electorado: en esto que se ha llamado ‘la elección más grande de la historia’, se involucra la participación de las 32 entidades federativas y la concurrencia de elecciones federales. El foco de estas elecciones está en la renovación de la presidencia de la República, así como en las 128 senadurías y 500 diputaciones que componen el Congreso de la Unión.
El Instituto Nacional Electoral (INE), en colaboración con los Organismos Públicos Locales, tiene la encomienda de llevar a cabo las elecciones de gubernaturas, la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, congresos locales y ayuntamientos. Se estima que alrededor de 20,263 cargos públicos serán renovados a lo largo de este próximo proceso electoral nacional, donde destacan especialmente las gubernaturas en estados como Chiapas, Ciudad de México, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán. Además, congresos locales y ayuntamientos en 30 entidades federativas. De acuerdo con el análisis publicado en El País, “casi 97 millones de personas están inscritas en la lista nominal de electores de México, lo que representa uno de los padrones más grandes del mundo y desafíos logísticos considerables debido a la proximidad de las casillas a los domicilios de los ciudadanos”.
Jalisco representa un significativo caso con la elección de gobernador, 38 diputaciones locales, 125 presidencias municipales, 125 sindicaturas y 1,231 regidurías. Esto refleja la amplitud de la renovación de los cargos públicos locales en Jalisco, y su impacto en la elección federal por su tamaño e importancia. Por otro lado, la solicitud de candidaturas independientes reporta datos muy reveladores en este proceso electoral. Se registraron 111 manifestaciones de intención de candidatos independientes para los cargos de presidencia de la República, senadurías y diputaciones federales, reflejando un creciente interés por opciones políticas fuera de los partidos políticos con registro. Todo, muy a pesar de que las candidaturas independientes no atraviesan por su mejor momento, a la luz de los últimos resultados de quienes se postularon por esta vía.
Destaca como dato, el financiamiento público asignado a los partidos políticos para el año 2024, mismo que asciende a 10,444 millones de pesos (el mayor de la historia), distribuidos en actividades ordinarias, gastos de campaña, y otros rubros específicos, incluyendo franquicias postales y telegráficas (lo que seas que esto signifique en este momento). Una de las características más notables es la inclusión significativa de las mujeres en el liderazgo político, con dos candidatas fuertes, Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez, liderando las preferencias en la contienda presidencial. Este cambio hacia una mayor inclusión femenina en roles de liderazgo señala un hito en la política mexicana, lo que podría resultar en la elección de la primera presidenta del país.
En cuanto a la estrategia electoral, se han formalizado convenios de coalición y acuerdos de participación entre distintas fuerzas políticas. Los convenios de coalición como “Sigamos Haciendo Historia” y “Fuerza y Corazón por México”, así como diversos acuerdos de participación que incluyen a Morena y varias agrupaciones, son claros ejemplos de la búsqueda de sinergias entre distintas plataformas políticas para competir en coaliciones.
Los tiempos de campaña están programadas desde el 1 de marzo hasta el 29 de mayo de 2024, incluyendo debates para las candidatas y candidatos. Estos debates tendrán un formato interactivo y participativo, con preguntas formuladas a través de redes sociales y directamente por la ciudadanía, y se llevarán a cabo en distintas sedes como el INE, los estudios Churubusco y el Centro Cultural Universitario Tlatelolco. Las encuestas, como la última de Enkoll para EL PAÍS, sugieren una competencia dinámica con preferencias variadas entre los candidatos y un segmento significativo de votantes indecisos, a quienes se refiere como “voto switcher”. Esto subraya la presencia, aún, de un porcentaje de voto volátil, y la apertura del electorado mexicano para reaccionar a las campañas, de cara a las próximas elecciones.
https://www.milenio.com/opinion/gabriel-torres-espinoza/con-pies-de-plomo/un-proceso-electoral-sin-precedentes