De Ripley! Las Villas Panamericanas están a la venta. Aún sin los permisos de preventa y habitabilidad —que tendría que otorgar el Ayuntamiento de Zapopan—, grupo Avaterra oferta ya cinco tipos de departamentos, que van de los 71.6 metros cuadrados hasta los 144 metros cuadrados, desde dos millones 800 mil pesos. Sobre el caso, vale la pena hacer énfasis en los dos siguientes puntos.
I. En noviembre del año pasado, el Gobierno Municipal de Zapopan lanzó un comunicado oficial en donde advertía que “no se hace responsable de la venta de dichas unidades habitacionales”, además de recomendar “a los interesados que no los adquieran pues no podrán escriturar dichos bienes”. En ese mismo mes, Pablo Lemus enérgicamente espetaba: “no hay permisos de preventa. No hay habitabilidad y no habrá habitabilidad por parte del municipio».
II. Las Villas se encuentran empantanadas en, al menos, cuatro suspensiones vigentes, mismas que derivan tanto de juicios de nulidad (estatales) como de juicios de amparos (federales). Veamos.
El 25 de marzo de 2011 se otorgó la suspensión en el juicio de nulidad 67/2011, que advierte “se mantengan las cosas en el estado que actualmente guardan; esto es, para que las autoridades demandadas se abstengan de realizar cualquier acto traslativo de dominio, respecto de los departamentos”.
El 28 abril de 2011 se otorgó la suspensión, en el juicio de nulidad 82/2011, que resuelve “[que] de manera inmediata se suspendan las obras de construcción del proyecto denominado Villa Panamericana (…) lo que implica también suspender cualquier venta de algún inmueble derivado de este proyecto, así como abstenerse a otorgar certificados de habitabilidad y registros catastrales”.
A pesar del embate del Tribunal de Justicia Administrativa (TJA) de decretar la “caducidad de la instancia” [de las mismas suspensiones que —como TAE, en 2011— este mismo tribunal había emitido a través de los juicios de nulidad antes señalados], una “suspensión definitiva” dictada en el juicio de amparo 234/2018, concedida por la jueza segundo de Distrito en Materia Administrativa, Civil y del Trabajo, Verónica Loza Báez, resolvió tanto “la vigencia” como “el acato” de las suspensiones derivadas por los dos juicios de nulidad antes descritos.
Adicional a lo anterior, el juicio de amparo 2460/2013, promovido por el ejido El Colli sigue aún vigente, y sentencia: “lo procedente es (…) conceder la suspensión definitiva para el efecto de que el Presidente Municipal, Director de Obras Públicas y Director de Planeación y Desarrollo Urbano, todos del Ayuntamiento Constitucional de Zapopan, Jalisco, no autoricen los cambios de uso de suelo ni den autorizaciones de urbanización, licencias o permisos de edificación o construcción, ni otorguen certificados de habitabilidad que les sean solicitados en el área que comprenden los planes parciales de desarrollo urbano”. De forma que esta “suspensión definitiva”, vigente desde marzo de 2014, impide que el Ayuntamiento expida las licencias, permisos y/o autorizaciones en una amplia superficie de El Bajío, en la que se encuentran las Villas Panamericanas. Resulta un acto de impunidad total que se busque recuperar la fraudulenta inversión y construcción de las Villas, con un nuevo megafraude, ahora perpetrado a todos los jaliscienses.
Mi columna también la puedes ver aquí, en Milenio.