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Pablo Lemus, candidato a gobernador de Jalisco por Movimiento Ciudadano, propuso eliminar el cobro de la verificación vehicular en caso de ganar las elecciones (costo cero). Lemus argumentó que el programa ha causado molestias, pero reconoció la importancia de cuidar el medio ambiente, instando a la responsabilidad de los dueños de vehículos. “Por eso el día de hoy quiero anunciar verificación ‘costo cero’, es decir, durante mi gobierno no habrá operativos y este programa no tendrá ningún costo”, dijo Lemus.

La reacción no se hizo esperar. Milenio documentó que el gobernador respondió que “no existe un programa de verificación vehicular que no tenga costo para el usuario” … “sería un error de mi parte, en estos tres meses de campañas, ponerme a contestar cualquier ‘ocurrencia’ que se plantee por parte de los candidatos. “Es un llamado respetuoso a todos y todas las candidatas para que los planteamientos que le hagan a los jaliscienses tengan fundamento y tengan conocimiento de lo que están planteando”. El gobernador advirtió que lo hará, “solamente cuando sea estrictamente necesario. Particularmente cuando se puede generar una información distorsionada”.

El costo de la verificación es de 500 pesos, y los recursos se deberían (aunque no ocurre así) destinarse a un fondo ambiental. Asumir el costo del programa de verificación vehicular, significa cerca de mil 153 millones de pesos al año. Naturalmente, un programa así debe buscar un equilibrio entre la necesidad de proteger el medio ambiente, y las preocupaciones prácticas y económicas de los ciudadanos sobre la carga financiera que representa. Debe advertirse que el cobro por la verificación vehicular necesariamente significa una carga económica adicional para los propietarios de vehículos, especialmente para aquellos con ingresos limitados. Este costo encarna, en la práctica, un impuesto adicional o una penalización, lo que da lugar a naturales resistencias.

Además, una imposición económica adicional, que no ha impactado en la calidad del aire,afecta de manera desproporcionada a los propietarios de vehículos más antiguos, que suelen ser menos eficientes en cuanto a emisiones, pero son más comunes entre las poblaciones de menores ingresos. Esto genera más desigualdad, justo donde solo quienes tienen mayores ingresos, pueden permitirse mantener vehículos de reciente modelo.

No obstante, para comprender la dinámica entre ambos políticos, habría que recordar los muchos episodios de discrepancias públicas entre Alfaro y Lemus, en torno a temas de gestión y urbanización, especialmente el relacionado con la Villa Panamericana y la zona de El Bajío. Esos episodios ilustran las tensiones que efectivamente existenentre el alfarismo dentro del partido Movimiento Ciudadano y con la dirigencia nacional, donde parece estar más alienado Pablo Lemus. El título de la nota que da cuenta de la última discrepancia entre Alfaro y Lemus, el diario ‘El Financiero’ la titula, “¿‘Fuego amigo’ en MC?: Alfaro critica ‘ocurrencia’ de Pablo Lemus al proponer verificación gratuita”.

En política, eso que se relata como “fuego amigo”, hace referencia a las críticas o ataques que un político recibe, precisamente, de miembros de su propio partido o de un grupo que debería ser ‘aliado’. A diferencia de su origen militar, en el ámbito político, estas acciones no son accidentales, sino que son calculadas como resultado de importantes diferencias internas. El ‘fuego amigo’, en política, se explica por diversas motivaciones, como son las disputas ideológicas, económicas, de poder interno, o desacuerdos sobre formas de ejercer el poder. Para aminorar el impacto del ‘fuego amigo’, se vuelve indispensable un proceso de negociación interna complejo, para alcanzar un consenso o compromiso, especialmente cara una elección.

Recordemos que los últimos tres gobernadores de Jalisco tuvieron la tentación de, sutilmente, respaldar a un candidato de un partido diferente al suyo. Francisco Ramírez simpatizó más con Arturo Zamora (PRI), respecto del candidato del PAN, Emilio González. A su vez, Emilio apoyó más a Enrique Alfaro (MC), que a Fernando Guzmán del PAN. Incluso, para nadie fue un secreto la transición pactada de Aristóteles, ante la avalancha de Alfaro en el 2018. 

https://www.milenio.com/opinion/gabriel-torres-espinoza/con-pies-de-plomo/verificar-la-empatia-entre-alfaro-y-lemus