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Cada vez se habla más de una posible sucesión en el Comité Directivo Estatal del PRI, a pesar de que el cargo de Hugo Contreras Zepeda vence en el 2017. El detonante para hablar de cambio en la dirigencia tricolor está estrechamente ligado a los resultados electorales de la pasada elección, donde vale la pena apuntarlo, el que menos responsabilidad tuvo es el actual dirigente, que fue anulado durante el proceso electoral por la suplantación de autoridad que fue alentada por el círculo cercano (la Burbuja) del primer Priista de Jalisco, que no es precisamente el presidente del CDE del PRI.

Desde que comenzó a hablarse de renovación en la dirigencia estatal del tricolor, la totalidad de los suspirantes realizan proselitismo de café, fundamentalmente en las oficinas del círculo de miembros conocido como “la burbuja”, que es bien sabido que influyen en las decisiones del gobernador, a partir de una red inconfesable de intereses propios, incluso en ocasiones contrapuestos a los de su jefe. El cabildeo también ocurre en el Comité Nacional y con medios de comunicación. Lo paradójico es que se plantee un cambio de dirigencia y se apele, a la vez, a la manera más antidemocrática para renovarla, sobre todo a la luz de los magros resultados. Una abierta contradicción discursiva, entre quienes afirman que el perfil de la dirigencia del PRI debe cambiar, pero buscan el favor del Ejecutivo para que ocurra unilateralmente, sin considerar en absoluto a la militancia y a la estructura de organizaciones.

En todo este contrasentido, afortunadamente hay una excepción. Un priista que, a pesar de contar con muy pocas posibilidades reales de llegar a la dirigencia, sorprendentemente optó por reunirse con la militancia e intentar hablar con las organizaciones del Revolucionario Institucional. Valga la pena señalarlo, independientemente de sus activos para ser el dirigente estatal de su partido, parece ser el único aspirante dispuesto a decir en voz alta lo que la mayoría de los priistas opina sobre lo ocurrido en la selección de candidatos y la estrategia de campaña seguida en las pasadas elecciones. Se trata de Rubén Vázquez, quien fue dirigente juvenil del PRI.

El también Ex Magistrado electoral de Jalisco señaló, el pasado 13 de agosto (2015), que “tenemos a un Gobernador que no ha salido de un círculo de amigos (La Burbuja), un Gobernador que nació y creció en la militancia y que ha perdido casi todo contacto con estos actores políticos”. Asimismo, mencionó ,“de lo que nos quejamos los militantes es que hay una ausencia en la responsabilidad del Gobierno no solamente en su responsabilidad pública, sino también fundamentalmente en la atención a la militancia y a los cuadros políticos (…)” A la vez que Rubén Vázquez claramente acotó…Clic aquí para seguir leyendo.