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A finales de 2019, Walt Disney Company incursionará en los servicios de video bajo suscripción –SVOD- [Subscription Video On Demand]. Bob Iger, el CEO de Disney, señala que a finales de este mismo año, su plataforma OTT entrará a competir directamente con el gigante de este modelo de negocio, Netflix. La naciente plataforma Over-The-Top ofrecerá contenidos de Pixar, Marvel, Lucasfilm y National Geographic, entre otros. De forma que, finalmente, la gigante OTT con poco más de 160 millones de suscriptores en el mundo enfrentará una verdadera batalla por la audiencia. De entrada, Disney+, se define como una plataforma de ‘streaming’ que competirá con Netflix y otras OTTs como Amazon Prime. La diferencia de esta competencia directa son el tipo de contenidos de entretenimiento que ofrece The Walt Disney Company, y su enorme capacidad financiera para entrar por la puerta grande a la disputa por la audiencia.

De cara a esta batalla mundial por la audiencia, debe considerarse que los críticos financieros y economistas ya advierten una eventual explosión de la burbuja especulativa de la OTT Netflix, toda vez que registra un endeudamiento insostenible respecto de la cantidad de ingresos que recibe de sus abonados. En 2018, Netflix, a nivel global, recibió ingresos por 15 mil 790 millones de dólares, no obstante, durante ese mismo año, registró una endeudamiento a largo plazo por 10 mil 360 millones de dólares. Gastó durante ese mismo año, 12 mil millones de dólares en contenidos originales. Netflix, si bien domina el mercado mundial, también se encuentra en ‘números rojos’. Ahora con la asociación de Fox y Disney, entrará una nueva competencia para Netflix que no puede pasar inadvertida.

Para la competencia que se ha anunciado, serán claves las formas en que estas plataformas sostengan y mejoren las ventajas competitivas que han dado lugar al crecimiento exponencial de este modelo de gestión y consumo de contenidos digitales. Primero, contenidos de calidad. La oferta debe ser de calidad, actualizada y ser relevante para los gustos del perfil de usuario. Posibilidad de elegir entre distintos niveles de suscripción e incluso disponer de contenido gratuito. De esta forma, se puede demostrar el potencial del producto antes de la suscripción. Facilidad de acceso: la interfaz de la plataforma debe tener una gran usabilidad, ser responsiva para acceder desde cualquier dispositivo móvil y no requerir más datos de los estrictamente necesarios durante el proceso de registro y visualización. Ver contenidos audiovisuales por internet debe ser una experiencia inmersiva, agradable en todos los sentidos. Para pagar por el servicio debe ofrecer alternativas a la tarjeta de crédito, como tarjetas pre-pago o plataformas especializadas como PayPal o Stripe. Oferta de contenido local. El contenido local ha demostrado ser un gran atractivo de diferenciación respecto a la competencia.

De acuerdo con el estudio de Statista, en 2018, se registraron 508 millones de suscripciones a OTT’s (SVOD) en el mundo. La proyección a 2024 asciende a 947 millones de suscripciones a OTT’s (SVOD). De ese tamaño es el reto de esta competencia que se antoja, de pronóstico reservado… 

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