Foto: Facebook PEMEX

Petróleos Mexicanos (Pemex) es una ‘empresa’ productora, transportista, refinadora y comercializadora de petróleo y gas natural de México. Fue fundada en 1938 por el presidente Lázaro Cárdenas, quien nacionalizó el sector petrolero. Está por cumplir 81 años de vida. A pesar de ello, hoy enfrenta su mayor crisis. Mientras que en 2004 llegó a producir 3 mil 340 millones de barriles de petróleo diarios, en promedio; el año pasado [2018], Pemex produjo mil 928 millones de barriles de petróleo diarios.

En los últimos 14 años Pemex produce un 60% menos de petróleo. Es importante advertir que en 2012, el índice de utilización de la capacidad instalada en PEMEX para la refinación era de 71 por ciento. Actualmente, las seis refinerías que integran el Sistema Nacional de Refinación trabajan al 40 por ciento de su capacidad, la cifra más baja desde 1995. La principal causa de que las refinerías operen por debajo de su capacidad instalada es el número de paros no programados, y estos suceden por falta de hidrógeno, fallas en los equipos o retrasos en mantenimiento. También incide en esta crisis el precio del Petróleo. En 2011, la mezcla mexicana se vendió en 110 dólares por barril; hoy se cotiza en apenas 56 dólares.
Pero no son los factores antes referidos los que más hieren a la gran empresa petrolera mexicana. Es la corrupción al interior de PEMEX, lo que la tiene en su peor circunstancia. El robo excesivo de combustibles y los excesos de un sindicato que la desangra, son los factores que más la lesionan. De acuerdo con Ana Lilia Pérez Mendoza, autora del libro “El cartel negro”, existen tres modalidades de robo de combustible. La primera es a través de tomas clandestinas que, en los últimos años, creció de forma importante. Mientras que en 2011 se detectaron 1,324 tomas clandestinas; en el anterior gobierno se registraron 12,528 mil sitios de extracción a ductos. La segunda es a través del robo mediante pipas o camiones cisterna, [la que se hacía desde dentro]. “En esta modalidad de robo tienes la colaboración absoluta del personal de Pemex”, señala la periodista. La tercera modalidad es con barcos que transportan el combustible por vía marítima.
Operan con una estructura logística bien organizada que incluye la participación de personal de Pemex, armadores, compañías navieras, capitanes de barco, jefes de máquinas y tripulaciones expertas. Animal Político y Proceso han expuesto los excesos del sindicato petrolero, encabezado por Carlos Romero Deschamps. Independientemente del pecio internacional del barril de petróleo, o de la baja constante en la refinación, PEMEX paga un contrato colectivo plagado de canonjías que no existen en ninguna otra empresa petrolera del mundo. Carga con “más de 300 funcionarios del Comité Ejecutivo General que incluye 158 comisionados nacionales y 12 comisionados adscritos directamente a las órdenes del secretario general, y 36 secretarios generales de los comités ejecutivos locales con sus respectivos representantes, asesores y comités. A los más de 120,000 sindicalizados la petrolera les paga, adicionalmente a su sueldo, múltiples prestaciones como ayudas de despensa, suministro de gas doméstico, gasolina y lubricantes. También actividades lúdicas y recreativas que incluyen, por ejemplo, dotación completa de uniformes y equipos si practican algún deporte que va desde el beisbol, futbol y boliche hasta el costoso tenis; cirugías plásticas y estéticas dentro de sus servicios clínicos, y hasta un peculiar bono (de 5,300 pesos) si mantienen cierto peso —y para quienes tengan sobrepeso, si lo reducen 10 por ciento anualmente, también se les otorga el bono”. Enfrentar la corrupción en PEMEX, resulta el factor más relevante y de mayor impacto para el país. Si aproximadamente el 35% de los combustibles que están en el mercado son robados, no hay forma de que el negocio de la petroquímica arranque, cuando se tendría que competir con la venta de combustibles robados. Parece que a las calificadoras internacionales les pasa inadvertida la enorme decisión del gobierno de México para abrir la cloaca y comenzar a combatir abiertamente la corrupción en PEMEX (en principio, exponiendo el caso); una decisión que deliberadamente se ha postergado, por al menos, 24 años…
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