Imagen: AUSJAL

Grazna, vuela y tiene plumas. Es pato. El grupo Iteso opera, cabildea, recomienda, avala y desautoriza para ocupar cargos públicos o lugares en los organismos constitucionalmente autónomos. Este singular grupo de interés (es eso), tiene agenda en diversos temas e instituciones. El (SEAJ) es una. Aunque es absolutamente legal y legítima la participación en los asuntos públicos, de forma individual o colectiva, este grupo niega su propia existencia. Así pretende afianzar un discurso basado en una supuesta superioridad moral, que en los hechos no acredita. Recomienda cuates, y reclama cuotas, con o sin la anuencia de la autoridad formal. Léase, el grupo no es la institución, ni su rector. Pero los interesados provocan sus veladas, muy discretas, y adoptan ‘conversos’, cual cofradía medieval. Orientan recomendaciones, evaluaciones a entes públicos y ONGs, y así inciden en el ámbito público, hay que decirlo, muchas veces con agenda interesante. 

Recientemente, el grupo Iteso emprendió colocar al académico Carlos Moreno en el Comité de Participación Social del SEAJ. Lo asumían como un derecho. Varios de los integrantes del grupo Iteso hicieron llamadas, intentaron sacar compromisos, pero el resultado fue adverso: la Comisión de Selección designó por cuatro votos a David Gómez Álvarez, respecto de los tres que obtuvo Gilberto Tinajero. Después se anunció elección por unanimidad, formalmente. Subestimaron la capacidad de David Gómez para promoverse. Es bien sabido que Gómez Álvarez impulsa a David, y le va a David.
 
Carlos Moreno, recomendado del Grupo Iteso (el único propuesto por escrito por el Rector de esa institución), no obtuvo ni un voto, ni estuvo considerado por la Comisión de Selección como finalista para el lugar vacante en el CPS. Lo aventajaron en formación, trayectoria y entrevistas. Tuvo de frente a dos perfiles más robustos. Así que la gota que derramó el vaso -para algunos- fue que en lugar de elegir a Carlos Moreno (el recomendado), el asiento en el CPS lo obtuviese alguien que en antaño participó activamente en el grupo Iteso: David Gómez Álvarez. El hijo pródigo del Iteso, promovido ampliamente en antaño para varios cargos de su trayectoria pública, se convirtió en ‘la pluma de vomitar’ de este grupo. Paradójicamente, con igual o mejores cartas credenciales que antes. La razón: hoy es profesor SNI del CUCEA, en la U de G. De forma que algunos ‘indignados’ (derrotados en su cometido), descalifican ahora todo el sistema anticorrupción, ese mismo que hace apenas semanas defendían. Llegó David Gómez al CPS y decretan ‘capturado’ el SEAJ, de la noche a la mañana. 
 
Para justificar su repentino cambio, que mejor que culpar a otro grupo… el de la Universidad Pública. Tendrán más atención en la rabieta si aluden nombres de tres ex rectores de la Universidad de Guadalajara, y al que esto escribe, mediante una elucubración plagada de lugares comunes y datos errados, para llegar a conclusiones delirantes. El denuesto a terceros, para explicar la mala apuesta y la cólera que les suscita que el ex profesor y ex académico del Iteso, David Gómez, obtenga hoy un lugar, que ellos… reclamaban suyo. 
 
https://www.milenio.com/opinion/gabriel-torres-espinoza/con-pies-de-plomo/el-grupo-iteso