De los 38 los diputados que conforman la LXII Legislatura en el Congreso del Estado de Jalisco, Movimiento Ciudadano cuenta con un total de 16 diputados locales, con el 42.1% de las curules. Es decir, suma una ‘mayoría relativa’ de legisladores, o lo que es lo mismo, es el partido con más legisladores en el Congreso, aunque no llegue a la mayoría absoluta (50% más uno). En teoría, el Gobernador afronta en Jalisco un escenario de ‘gobierno dividido’ –derivado del hecho de que el partido en el gobierno, no cuenta con mayoría absoluta al interior del Congreso–. Pero el Gobernador es un político con oficio que construyó su capital desde la Oposición, siendo Oposición: en 2010 empezó a gobernar en el Ayuntamiento de Tlajomulco y de ahí se hizo de cada vez más posiciones al interior del Congreso Local, hasta convertirse hoy en la expresión política mayoritaria en el Congreso. Además, ha logrado alianzas con otros partidos que le permiten utilizar una mayoría amplia en temas sensibles para la agenda del Ejecutivo, como fue con el Constituyente.
Incluso, de acuerdo con información oficial publicada por el Congreso del Estado, en 2019, el Gobernador de Jalisco presentó un total de 24 iniciativas, de las cuales 18 le han sido aprobadas [las restantes no se han desechado, sino que siguen en discusión]: es decir, el año pasado, el Gobernador tuvo un porcentaje del 75% en ‘eficacia legislativa’. Es un muy buen porcentaje, sobre todo a la luz de ser un Gobernador que enfrenta un escenario político de ‘gobierno dividido’. De forma que el Ejecutivo se ha convertido en el gran legislador de Jalisco, tal vez porque la operación política en el Congreso permite que sus propuestas más importantes lleven prioridad en la agenda del Legislativo. Por otro lado, la oposición en el Congreso deja mucho que desear. No han podido articular, entre los partidos restantes, una agenda legislativa desde la oposición, como tampoco un bloque opositor con una propuesta legislativa que sostenga alguna coherencia. En su mayoría se registran esfuerzos y propuestas aisladas, con mayor o menor sustento, que no prosperan por falta de acuerdos.
Lo que hoy se observa, es que se ha consolidado un claro predominio del Poder Ejecutivo sobre los otros dos poderes en el Estado de Jalisco. La falta de articulación de la oposición y la debilidad del perfil de los legisladores y magistrados de Jalisco, afianza una sólida supremacía política del Poder Ejecutivo, que de forma paulatina neutraliza el sentido original del principio de la separación de poderes, que debería funcionar para que los poderes se equilibren entre sí, y se evite la sumisión de un poder a otro. Recordemos que al menos en teoría, la división de poderes y la existencia de contrapesos es el resultado de un conjunto de normas constitucionales y legales, destinado a asegurar las libertades políticas el control constitucional del poder. Ya lo advertía Montesquieu (en el ‘Espíritu de las Leyes’): “cuando los poderes Legislativo y Ejecutivo se subordinan, no puede haber libertad… asimismo no hay libertad política si el Poder Judicial no se encuentra debidamente separado del Poder Legislativo y Ejecutivo…”
https://www.milenio.com/opinion/gabriel-torres-espinoza/con-pies-de-plomo/el-primer-legislador-de-jalisco