El día de mañana inicia un periodo de la relación más compleja con el gobierno de nuestro país vecino. Una etapa de zozobra para el mundo, pero muy especialmente para los mexicanos. Llega el presidente número 45 de la historia de Estados Unidos, republicano, con 2 millones 864 mil 974 votos menos que su oponente, pero con una mayoría absoluta del Colegio Electoral y en ambas cámaras. Alcanzará la presidencia del país más poderoso del planeta, en medio de escándalos sobre espionaje, acusaciones de acoso sexual, fiestas con prostitutas, declaraciones racistas y misóginas. Un sujeto que hace gala de su ausencia de prudencia (insiste en el error, para volverlo virtud). Autonombrado un candidato antisistema, llega gracias al sistema de reglas que en Estados Unidos permiten que con menos votos, pueda ser declarado ganador del proceso electoral. Millonario, excéntrico, majadero y radical. Sobrado de odios y escaso de afectos. En el ocaso de su vida (70 años), sin nada que perder (hoy parece que materialmente lo ha conseguido todo) y mucho que ganar en egos personales. Esto es lo que lo vuelve más peligroso. Temerario en sus propósitos y carismático para quienes comparten sus ideas.
Ayer, a tan sólo dos días, Trump arremetió una vez más contra México y contra los medios de comunicación, sus principales y más sonados adversarios elegidos sólo por él mismo.
El primer caso fue para decir en entrevista en la cadena FOX -y posteriormente en Twitter- que «México, de alguna forma, va a reembolsar a EEUU por el muro, y que con éste todos serán más felices porque se van a parar las drogas, y también que se frenará la entrada de personas». En el segundo caso, dice que usa Twitter porque «cree que la prensa es deshonesta. Si no lo fuera, no usaría Twitter». Arranca con la descalificación a los medios, tras ignorar a un reportero de CNN (Jim Acosta, de origen latino) que pedía espacio para hacer su pregunta durante la primera rueda de prensa como presidente electo -el pasado 11 de enero-. «Ustedes son noticias falsas», lo silenció Trump. Todo como reacción virulenta porque CNN divulgó un supuesto informe de la inteligencia rusa que contiene información comprometedora sobre el presidente electo de los Estados Unidos (prácticas íntimas no convencionales con prostitutas rusas). Sin embargo, «el Kremlin no tiene informes comprometedores sobre Trump», según declaraciones de Dimitri Peskov, portavoz de Vladimir Putin.
En diversas ocasiones, Donald Trump se ha pronunciado sobre renegociar el TLCAN como una de las principales prioridades de su gobierno. Es así que a partir de mañana, Wilbur Ross -propuesto como secretario de comercio en EEUU por Trump-, será el encargado de ‘renegociar’ el tratado, «preocupándose primeramente por las relaciones comerciales al interior de su país, y de forma secundaria las relaciones con otras jurisdicciones» –según Reuters-. Recordemos que Trump calificó al TLCAN como «el peor tratado de la historia», y que es causa de que muchos estadounidenses perciban menos, así como causante de la pérdida de empleos en Estados Unidos.
De 1999 a 2016, México ha recibido una IED (Inversión Extranjera Directa) de 457,230 millones de dólares (mdd) -dato hasta septiembre de 2016, según la Secretaría de Economía-, de los cuales EEUU ha aportado 209,871 mdd y Canadá 27,067.2 mdd. Debido a este tratado y a nuestra política económica, Estados Unidos es nuestro principal socio comercial. Si la inversión drásticamente disminuye, estaríamos en graves problemas en el cotro plazo, ¡ambos países!. Así que tendremos que poner atención a las primeras acciones y decisiones del presidente de Estados Unidos, de cara a una inevitable renegociación de las condiciones del TLCAN. Además, en un pésimo momento para nuestras instituciones, debido al alza de los precios de las gasolinas, y la cascada que de ello deviene. Con un jefe de Estado que apenas alcanza, según la última encuesta de Reforma, 12% de aceptación. Por ahora, Carrier, Ford, General Motors, de alguna forma han respondido a las amenazas de Donald J. Trump, a golpe de ‘tuitazos’. Sin duda, ocasión y oportunidad para sacar lo mejor de cada mexicano y reorganizar sociedad y gobierno en México.