Imagen: Diario de Colima

Ayer se dio a conocer que el Instituto Metropolitano de Planeación (Imeplan), “trabaja en la elaboración de un mapa de cuencas de servicio”. Mario Silva reconoce que se estudia la posibilidad de los ‘mototaxis’. Incluso, el ex secretario en el gobierno de Emilio González Márquez, Diego Monraz, ahora titular de la Secretaría de Transporte, afirma que serán los mototaxis los que presten el servicio. Ayer mismo, la Coordinadora del Observatorio Ciudadano de Movilidad, Ana Belén Vázquez,  advirtió de los graves riesgos para los usuarios por el uso de la moto como servicio de transporte. Básicamente señaló una verdad de Perogrullo (algo evidente u obvio): ‘que los Mototaxis no reúnen las características de la norma técnica establecida’.

Debe advertirse que el ‘mototaxi’ surge como un medio de transporte que es recurrido por personas de escasos recursos que se encuentran en la necesidad de recorrer distancias cortas, donde no existen rutas establecidas de transporte público (producto de una omisión de la ciudad). En el corto plazo suele resultar un modo de transporte económico, de baja inversión para quien lo adquiere, de poco consumo de combustible, pero que expone a muchos más riesgos a quienes viajan en ellos. El ‘mototaxi’, según la Real Academia Española, es básicamente una motocicleta de tres ruedas, con techo, que tiene pocos o nulos elementos que garanticen la seguridad al pasajero. El ‘mototaxismo’, provoca toda una actividad económica, basada en la ausencia de normas de seguridad para el pasajero, la falta de regulación en sus rutas y trayectos, y el caos vehicular donde circulan. Su aparición es, primordialmente, un fenómeno que denota una derrota a la innovación y la modernidad en materia de transporte.

Surge como consecuencia de la falta de oportunidades para una parte de la población. También, es el testimonio del fracaso en el modelo de transporte público de una ciudad. Significa la claudicación de las autoridades a los mínimos de calidad, seguridad y equilibrio en el transporte. Tal vez rebasados por la realidad. Lo que ayer anunciaron con tanta ligereza Mario Silva y Diego Monraz, resulta de la mayor importancia, porque en ello va el modelo de transporte que Jalisco desea darse, supuestamente capital de la Innovación. Una vez que acepten el ‘mototaxismo’ para Jalisco, no habrá vuelta atrás, y se tendrán que afrontar las consecuencias del crecimiento exponencial de semejante decisión.

Cierto es que el ‘mototaxismo’ ya existe en los barrios y zonas marginadas, precisamente por la falta de opciones de transporte público. En las ciudades donde se ha legalizado, a pesar de los riesgos que implica para los usuarios, creció tanto que el gobierno no pudo frenarlo, ni regularlo. Básicamente porque el ‘mototaxismo’ es un fenómeno que está íntimamente relacionado a la corrupción en el transporte público (no hay rutas, donde no hay ganancia), a la caída del salario, a los precios bajos de las motos -esencialmente las de bajo cilindraje- y a las facilidades de financiación. Además de la claudicación del gobierno a cuidar las condiciones mínimas de seguridad de las personas, durante su transporte. 

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https://www.milenio.com/opinion/gabriel-torres-espinoza/con-pies-de-plomo/mototaxis-el-fracaso-del-modelo-de-transporte