La estrategia del gobierno para gestionar la pandemia cambió, paradójicamente, cuando acreditaba los mejores resultados. Se transita de la ‘Fase Cero’, al ‘Sálvese Quien Pueda’ –eufemísticamente denominada de “Responsabilidad Individual”–. Como lo afirmó el rector general de la UdeG, “Ninguna economía se abrió, justo cuando la curva de contagios y muertes crecía”. Efectivamente, ningún país decidió pasar del estricto confinamiento, a la apertura de la economía, sin atender procesos basados en una auténtica (ojo) gradualidad y ‘desescalada’. No existen dos pandemias. Estamos frente a una enfermedad epidémica global, de repercusiones exponenciales, que trae consigo enormes costos. No sólo económicos; sino sociales, políticos y culturales.
La responsabilidad de las personas es muy importante durante la pandemia. Pero la falsa disyuntiva entre salvar vidas y salvar la economía, significa un maniqueísmo fatal, que en nada abona. Representa condenar a una sociedad a que mueran los que sean necesarios. A final de cuentas, quienes han apostado por “salvar únicamente a la economía”, se quedarán con personas y economías enfermas, terriblemente azotadas por el covid-19, fuera de control. Ni salvan vidas, ni resuelven el inevitable impacto económico que causa una pandemia.
Por ejemplo, tanto Jalisco como la Ciudad de México estuvieron expuestos, en igualdad de condiciones, al crecimiento de los contagios. Pero NO fue la ‘responsabilidad individual’, que atendió el llamado de la autoridad de “quedarse en casa”, ni “lavado constante de las manos”, el elemento diferenciador. Lo que hace el contraste a favor de Jalisco se explica, por un lado, con que aquí se adoptaron tempranas medidas, frente a la inacción y omisión del Gobierno de la capital de México. Por otro lado, la rectoría sanitaria de la pandemia por parte del Gobierno de Jalisco, lo que derivó en una exitosa gestión de contención del covid-19. Adjudicar la responsabilidad únicamente a la sociedad, no sólo significa renunciar a una obligación del gobierno, sino a la gestión que había sido exitosa de la pandemia, justo en el momento de mayor de crecimiento de contagios y muertes. Los países que han acreditado los yerros más evidentes en el control y gestión del SARS-CoV-2 son: 1) quienes actuaron tarde ante ella [España, Italia, Francia, Reino Unido, p. ej.]; 2) quienes privilegiaron salvar la economía sobre salvar vidas [E.E.U.U., Rusia y Brasil]; y 3) quienes han encomendado su contención a la ‘responsabilidad individual’, en el que Suecia es un caso emblemático.
Además, encomendar la contención de la pandemia ahora a la ‘responsabilidad individual’, en una sociedad terriblemente desigual, resulta doblemente discriminatorio. Lo es porque el mapa de casos de covid-19 en Jalisco advierte que, dentro de la ZMG, las colonias de ingresos más bajos son precisamente las más afectadas por el coronavirus. Por cierto, –advierten especialistas– se “trata de un patrón global”. La oportunidad de acceso al ‘teletrabajo’ y a recibir atención médica en tiempo, son opciones a las que sólo tienen acceso los estratos sociales con mayores ingresos. Se debe insistir en lo socialmente responsable al priorizar la vida y la salud, como valor primigenio de la sociedad.
https://www.milenio.com/opinion/gabriel-torres-espinoza/con-pies-de-plomo/salvese-quien-pueda