Cualquier aumento de la gasolina, necesario o no en las circunstancias actuales, resulta ofensivo. No se puede pedir que al país se apriete el cinturón, cuando la alta burocracia vive en el despilfarro y la corrupción. En este contexto, el gobernador de Jalisco tomó algunas interesantes medidas, en medio del mal humor justificado de la población.

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Primero. Anunció que no aumentará la tarifa del transporte público. Además, que no habrá subsidio. Aristóteles calificó de “regresiva” la medida subsidiar a los concesionarios -como se han manifestado algunos alcaldes metropolitanos-, particularmente debido a las deficiencias de un sistema de transporte que lejos de mejorar, empeora. Efectivamente, los impuestos que aportamos no deben beneficiar más a los concesionarios, cuando la mayoría se niega a mejorar el servicio. Se liquidará también al corrupto barril sin fondo del Sistecozome (debe ya 500 millones).

Segundo. El gobierno de Jalisco recortará su gasto. Se compromete a que las remuneraciones de los funcionarios no aumentarán, y los funcionarios de primer nivel, incluido el gobernador, percibirán sólo el 60% de lo que devengaban el año pasado. Se reducen gastos en Comunicación Social en 30%, así como gastos de representación y eventos. Tercero. Se crea un Fondo para la Contingencia de la Economía Familiar, por mil millones de pesos. No se conoce el estudio, ni se dice exactamente con qué se debe iniciar, o cuáles son los criterios. Se suspende el financiamiento público a los partidos políticos en años no electorales, como el 2017, para dedicar este recurso a este fondo. Adicionalmente, se invita a los ocho municipios de la ZMG a aportar para este fondo el 50% del IEPS que reciban en 2017, duplicando la aportación del gobierno estatal, por cada peso depositado por los municipios. Una invitación que difícilmente aceptarán los gobiernos de MC. Cuarto. Se pospone el atraco tortuoso, corrupto y absurdo de la verificación vehicular. El anuncio de esta medida confirma que la verificación sí era una medida recaudatoria, más que ambiental, que ‘pegaba’ en el bolsillo de la ciudadanía.

Quinto. Gestión de recursos para Jalisco. Se pretende que Jalisco sea, “polo de almacenamiento de combustibles en el occidente del país”. Para ello, el Gobierno facilitará terrenos para crear infraestructura en la zona de Los Altos. Con ello se pretende reducir los costos de distribución con pipa, que hacen que hoy, en Jalisco, sea la entidad donde se vende las gasolina más cara del país. El Gobierno Estatal solicitará un acuerdo adicional para hacer extensivos los estímulos fiscales al transporte colectivo urbano de pasajeros, al sector de transporte foráneo de mercancías, para así aminorar el alza en el transporte público y el de la canasta básica a causa de la especulación.