Fotografía: Monica del cerro

Todo pareciera indicar que son los países con mayores niveles de desarrollo los más afectados por el coronavirus. Resulta un tanto paradójico: ¿cómo es que las naciones con mayor infraestructura sanitaria, son hasta ahora las más afectadas? 
 
De acuerdo con un estudio realizado por la Universidad John Hopkins, la mayoría de los casos se encuentran por arriba de la latitud 22 [una franja que recorre el globo desde los Estados Unidos hasta Europa para llegar a Asia Oriental]. 

Según los datos aportados por esta investigación, esta zona registra patrones climáticos consistentemente similares de 5-11°C y 47-79 por ciento de humedad. Véase  https://bit.ly/2RmZc9Y.   
 
Al respecto, el reconocido virólogo alemán, Thomas Pietschmann, señaló para la Deutsche Welle: “el coronavirus está rodeado de una capa lípida, es decir, grasa, que no es muy resistente al calor”. 
 
En ese sentido, condiciones climáticas calurosas influyen de manera sustantiva en el tiempo de vida del coronavirus varado sobre superficies. Ahora bien, la humedad del aire es también un factor determinante en la propagación de los virus respiratorios, toda vez que cuando el microorganismo sale expulsado de las vías respiratorias, queda suspendido en el aire. 
 
 
El virólogo germano señala: “en los días fríos y secos de invierno, las secreciones permanecen más tiempo que cuando hay una humedad elevada”. Conclusión: el clima frío y seco auspicia su propagación; mientras que las condiciones cálidas y húmedas ralentizan su transmisión. 
 
Existen otros factores determinantes en el ‘Primer Mundo’, que resultan igualmente paradójicos, los cuales advierten que irónicamente el gran éxito de los países con mayores niveles de desarrollo, parece ser, ante esta pandemia, su gran debilidad. Me explico. 
 
La alta esperanza de vida que reportan estas naciones ha propiciado que tengan poblaciones cada vez más longevas –el sector más vulnerable–. Italia, que lidera el mayor número muertes a causa del Covid-19 [un total de 17,127], registra la segunda posición a nivel global, como el país con el porcentaje de población mayor de 65 años más alto: el 23 por ciento.
 
 
Por otro lado, los 10 países con los porcentajes de obesidad más altos entre su población forman parte de la OCDE, que son los países con las economías más prósperas. En el primer sitio del ranking poblacional con mayor porcentaje de obesidad se encuentra E.E.U.U. con un 38 por ciento .
 
 
Economías con un robusto sector económico terciario [servicios], son menos aptas para afrontar la pandemia que aquellas sociedades con un preponderante sector primario [agrícola, ganadería y pesca] o secundario [industrial], a causa del sedentarismo. El Banco Mundial señala que “las vidas sedentarias son la otra epidemia global”. 
 
 
Sociedades digitalizadas y desarrolladas han influido en ello. Ahora bien, conviene destacar que el porcentaje de muertes por Enfermedades No Transmisibles [ENT: incluye cáncer, diabetes, enfermedades cardiovasculares y respiratorias], respecto del total, es mayor en países con un ingreso ‘alto’ (88 por ciento), ‘mediano-alto’ (84 por ciento), respecto de los ‘mediano-bajo’ (60 por ciento) y bajo (38 por ciento). Las ENT son precisamente las determinantes en las tasas de hospitalización y letalidad frente al covid-19. 
 
https://www.milenio.com/opinion/gabriel-torres-espinoza/con-pies-de-plomo/vidas-sedentarias-la-otra-epidemia